Sanciones y aprendizaje en la crianza de los hijos
Es importante que los padres no hablen de castigos, sino de sanciones asociadas a una falta cometida. También es relevante que entiendan que las sanciones no son la única forma de manejar la conducta de los hijos, por el contrario, deben privilegiar la comunicación clara, efectiva y sobre todo afectiva.
La sanción debe tener, por lo menos, tres características. Debe ser contingente, atingente y proporcional a la falta cometida. Que sea contingente significa que se da inmediatamente después de cometida la falta. Que sea atingente se refiere a que la sanción tenga relación con la falta, que repare el daño causado, por ejemplo, si llegó 15 minutos tarde, al día siguiente tendrá 15 minutos menos de permiso, o si se sacó una mala nota, debe estudiar. Que sea proporcional implica que sea acorde a la falta, sucede que el niño no se come la comida y los papás lo dejan sin postre, sin celular y sin televisión. Eso no puede ser.
También es relevante que el niño sepa que la sanción comienza y termina en un tiempo determinado, no puede ser vago. Además, debe poder hacer algo para recuperar el beneficio perdido, es decir, tiene cierto control sobre la sanción, o sea, se saca una mala nota y le quitan el celular, pero tiene la opción de estudiar más para recuperar ese beneficio. Si la sanción es muy prolongada o el niño no tiene ningún control sobre ella, puede caer en la desesperanza de sentir que no importa lo que haga, igual estará castigado.