Familias de pescadores claman por ayuda tras feroz marejada
De a poco y en base a la solidaridad los pescadores de caleta Quichiuto de Tomé han logrado recuperarse de las inclemencias del tiempo que los afectaron. Piden ayuda al gobierno, porque no han podido salir a trabajar a la mar.
C atorce familias de la Caleta Quichiuto de Tomé están desesperadas. Sucede que tras la marejada que afectó al sector el miércoles de la semana pasada, la más grande de los últimos veinte años en el sector, no han podido salir a pescar, porque diversas herramientas de trabajo resultaron dañadas. Hoy, lo único que esperan, es ayuda de las autoridades.
"Las pérdidas fueron cuantificadas en más de diez millones de pesos", señaló Yerko Moreira, presidente del Sindicato de Pescadores de Caleta Quichiuto. El dirigente detalló que entre los objetos perdidos se cuentan dos embarcaciones de fibra de vidrio, una de madera, un compresor de aire y un motor.
El vocero de Caleta Quichiuto (La Otra Aldea, en Mapudungún) agregó que también se perdieron mariscos recolectados, redes, rampas de cemento y hasta huertos familiares. "Son catorce las familias afectadas, ya que en cada embarcación, por lo menos, trabajan tres o cuatro jefes de hogar", explicó el representante de la localidad que reúne a 32 familias.
"Esperamos obtener algún tipo de ayuda, ya sea a través de un Fondo de Fomento Pesquero, porque recuperarnos nosotros solos de ésto, es muy complejo, considerando, además, que la pesca artesanal este año no ha estado nada de bien", comentó.
Fuertes marejadas
Cabe reiterar que desde 1997 que no se veían marejadas de este tipo en la costa tomecina. Fue tal la fuerza de las olas que hasta sacaron un metro de arena.
El pescador Regino Rojas, indicó que a su casa entró el agua. "Me sacó un muro. Me hizo tira un bote también. Tenía un huerto y también se perdió", comentó.
"Algunos perdieron sus redes y a mi, mi bote se enredó entremedio de unas boyas de marisco que también se perdieron", comentó Juan Carlos Suazo, quien afortunadamente pudo rescatar su embarcación al día siguiente de las marejadas.
"Hay que arreglarlo y volveremos a trabajarlo. Pero no se habían visto marejadas de este tipo desde hace mucho tiempo, ese día la olas reventaban desde muy adentro del mar y sacó harta arena desde algunas casas", comentó.
"Las olas reventaban súper adentro y eran gigantes, como de ocho metros de altura. No se podía entrar al mar para salvar las embarcaciones, de hecho algunas se quebraron. Yo vi como se hunidó la mía, con toda la impotencia de no poder entrar a sacarla, porque estaba muy peligroso. Era como perder una vida", dijo el pescador Luis Sandoval, quien contó que a eso de las once de la mañana del miércoles se produjo el mayor daño.
Solidaridad
David Concha, primer director del sindicato de la Caleta Quichiuto, comentó que con ayuda de una empresa pudieron sacar a flote su embarcación la "Ma-Nena", que estaba hundida. "El jueves se logró rescatar la primera embarcación, pero el compresor de aire se perdió", explicó.
"Aquí de alguna forma tratamos de seguir trabajando, si podemos nos conseguiremos por mientras un motor y mandamos el otro al mecánico. Aquí nos ayudamos entre todos, porque si falta una embarcación nos afecta a todos", dijo.
"Son cerca de 14 familias las afectadas. Por cada embarcación trabajan tres jefes de hogar".
Yerko Moreira
"Las olas eran gigantes, como de ocho metros
Luis Sandoval,, pescador
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