Dolor de oídos
Las bajas temperaturas de los últimos días nos muestran que el invierno ha llegado en todo su esplendor y con ello enfermedades clásicas como los resfríos, infecciones y junto a ellas el temido dolor de oídos, que sucede cuando el oído medio (ubicado detrás del tímpano) se inflama y se llena de líquidos. Esto se denomina otitis media.
Las causas de las infecciones de oído se deben, por lo general, a la acción de bacterias o virus que entran a través de la nariz y la boca. Las infecciones respiratorias, las alergias y los contaminantes aéreos (tales como el humo del tabaco) también pueden provocar infecciones de oído. Los síntomas que se presentan en bebés y niños pequeños es que suelen tirarse o rascarse la oreja, al tiempo que padecen problemas de audición, fiebre, drenaje del oído, irritabilidad y vómitos y son precisamente ellos quienes tienen mayor riesgo de padecer otitis, porque aún no tienen completamente desarrollada la anatomía de los oídos y la garganta. También están expuestos a riesgos si pasan tiempo en guarderías, con otros niños.
En niños mayores y adultos, los síntomas incluyen dolor de oídos, problemas de audición, sensación de oído lleno o presión en el oído, fiebre, drenaje del oído, mareo y pérdida de equilibrio, y náuseas o vómitos.
El tratamiento habitual de la otitis media aguda que indica el médico especialista otorrinolaringólogo se realiza con antibióticos durante diez o catorce días.