Los 11 incendios más grandes que ha enfrentado Bomberos
En su semana de aniversario, los voluntarios penquistas recuerdan los siniestros más peligrosos que se han desatado en la zona.
Cuando los voluntarios de la zona recuerdan las más grandes emergencias que les ha tocado enfrentar, hay una que, afirman, marcó un antes y un después en el quehacer de los voluntarios: el incendio del Puerto de San Vicente, en 1993. Desde ahí, sus técnicas e indumentarias cambiaron del cielo a la tierra, profesionalizándose y capacitándose cada año para combatir siniestros de gran envergadura.
En el marco de su aniversario 165, los bomberos del Gran Concepción recordaron los diez siniestros más grandes y peligrosos que han debido combatir en el último tiempo.
Según detalló el comandante Javier Etcheverry de Talcahuano, "con el siniestro de San Vicente todo cambió. Yo personalmente, en ese entonces, estuve a cargo como tercero y fue impactante ver cómo ardían los navíos y se incendiaba el mar. El protocolo desde ahí cambió para todo Chile y constantemente, aprendemos sobre emergencias en altamar".
En Talcahuano
Desde ese entonces, sostuvo Etcheverry, son pocos los siniestros que se le igualen en tamaño. "Pero si tuviera que recordar alguno importante, se me viene a la mente el de Beltrán Mathieu, en donde se quemaron unas 11 casas. En ese incendio trabajaron todas las compañías de Talcahuano durante muchas horas. Fue una pérdida importante para la ciudad y se propagó muy rápido por lo estrecho del espacio. Cada vivienda estaba pareada a la anterior".
Otra emergencia que recuerda el comandante fue la registrada en el Mall Plaza Trébol, la madrugada del 24 de febrero de 2012. Según comentó, "esa fue una situación que se logró controlar y confinar rápidamente. Pero debido al material combustible del centro comercial, requirió muchas horas de trabajo. Desde esa fecha se han coordinado una gran cantidad de simulacros con el recinto, para mejorar los tiempos de respuesta frente a una situación similar", indicó.
Vega y Mercado
El comandante del Cuerpo de Bomberos de Concepción, José Pedreros, rememora a su vez dos siniestros que condicionaron la labor bomberil en la capital penquista: el de la Vega Monumental en enero de 2010 y el del Mercado Central en abril de 2013.
Según explicó, "en la Vega fueron más de veinte horas las que se combatió el fuego. El incendio comenzó de madrugada y recuerdo que estuvimos el otro día hasta las siete de la mañana. La carga de combustible y el volumen de edificación nos dio mucho quehacer. Durante esa emergencia, además, la estructura después terminó colapsando, cayendo sobre los puestos y era algo de nunca acabar. Se generó mucha brasa, haciendo todo más complejo".
En el caso del Mercado, contó Pedreros, él se encontraba en casa cuando salió el llamado. Confesó que apenas podía creer lo enorme de la columna de humo que emanaba desde el centro, en la medida que se acercaba a la ciudad. "En ese entonces era el cuarto comandante y al llegar, la nave central se había perdido por completo. El trabajo que hicimos permitió salvar los locales aledaños, que hasta hoy en día funcionan", comentó.
Incendios forestales
El comandante penquista se acordó también del trabajo que realizaron los voluntarios de toda la región, durante el combate al incendio forestal del Bíobío, entre diciembre de 2012 y enero de 2013. Ese siniestro fue uno de los desastres más grandes que ha enfrentado la zona. En él se quemaron cerca de 28 mil hectáreas en al menos 17 focos. Muchos usuarios de la ruta del Itata recuerdan cómo el camino debió ser cortado luego de que las llamas cruzaran la carretera.
Pedreros explicó que "en esa oportunidad concurrimos en apoyo junto a personal de casi toda la región. Es uno de los más desastrosos que golpearon a la región". Explicó que los siniestros forestales son complejos, porque limitan el personal que queda disponible para actuar en la ciudad. "En el verano pasado, en el cerro Caracol hubo un total de 68 incendios intencionales. Mientras combatíamos uno de ellos, hubo una emergencia en Barrio Norte que costó mucho controlar por estar en otro lado", señaló.
Ambos comandantes destacaron además la labor de sus voluntarios y sus familias, quienes también han sacrificado mucho por la institución. "Un bombero debe dejar su casa, a los suyos atrás por salir a ayudar al resto", manifestó Pedreros.
"Con el siniestro de San Vicente, todo cambió. Fue impactante"
Javier Etcheverry,, comandante de Talcahuano