Los hinchas de clubes de la zona unen sus colores por la selección
Un navalino, un lila y una vialina cuentan cómo vibran con los partidos de la Roja, en tiempos que no son los mejores para las instituciones emblemáticas de la zona.
El fervor que ha causado la "generación dorada" del fútbol chileno tiene a todo el país a punto de festejar una nueva Copa América, y esta vez fuera de casa. Es que Claudio Bravo, Gonzalo Jara, Alexis Sánchez y compañía no paran de hacer historia. Y es que luego de lograr el año pasado la primera Copa para Chile, disputan ahora su segunda final al hilo, confirmando que junto a Argentina son hoy por lejos las mejores selecciones del continente.
Probablemente si le contáramos las proezas que han alcanzado los muchachos de la selección a Fernando Riera, o Sergio Livingstone, estos no lo creerían. Sin embargo, y aunque nuestros bisabuelos se cayeran de espaldas, si les dijéramos que un chileno picó el penal definitivo y por primera vez gritamos campeones de América, la historia reciente es así. Vencieron a Argentina, a la historia y sus estadísticas que nunca favorecen a los que se visten de rojo en este lado del mundo. Por lo anterior, quisimos hablar con los fanáticos del fútbol que aman a las instituciones de la zona desde antes que nacieran Medel, Vidal, Vargas o incluso el mismo Juan Antonio Pizzi.
Estos son hinchas históricos, que a pesar de los buenos o malos momentos de sus clubes, convirtieron la bandera de la selección chilena a lo largo del tiempo en sinónimo de fe. Hoy celebran porque el equipo por el que se unen todos los chilenos está en una nueva final, y están seguros de que terminarán celebrando, tal como lo realizaron el año pasado cuando la Copa se realizó en nuestro país.
Navalino feliz
Ulises del Carmen Neira Canales tiene 75 años, y es navalino desde que era pequeño. Hoy va al estadio no sólo porque el club chorero es uno de sus grandes amores de la vida, sino que también va a ver a su nieto, que va a empezar a jugar en el club a partir de la próxima temporada, tal como Ulises lo hizo en 1957, cuando era adolescente.
"Me acuerdo cuando El Morro era El Morro. Cuando la cancha era de tierra, como en 1963 aproximadamente. Iba con mi viejo, que me llevaba al estadio", recuerda con nostalgia el oriundo de Talcahuano, que hasta el día de hoy vive en la comuna, cerca del puente Perales.
"Un orgullo tener a estos chiporritos jugando ahí, si son de primera. Les tengo una fe tremenda a los muchachos. Ojalá que Pizzi no se mande condoros", analiza el chorero, quien celebró como dios manda el título del año pasado, en su casa con su familia.
Ulises Neira espera poder festejar aún más el domingo, cuando Chile se juegue un nuevo trofeo continental. "(El partido) lo veo con mi familia, como siempre", dice el histórico hincha navalino.
Nunca lo imaginé
"Hace 20 ó 30 años nunca me habría imaginado que la selección chilena ganaría una Copa América, y a la siguiente llegar a la final", reconoce Patricio Godoy, que trabaja en una automotora, y es hincha del León de Collao, al igual que su señora y sus hijos. De manera sagrada, asisten al Ester Roa Rebolledo a ver al Conce.
"El mejor recuerdo que tengo fue cuando jugamos la Copa Libertadores el 2001", comenta el penquista. Es que en aquella oportunidad lograron una presentación histórica, con jugadores como el "Mono" Navarro Montoya, Patricio Almendra y Cristián Montecinos. Godoy no lo olvida, porque disfrutó junto a toda su familia.
El padre del familión, de 63 años, vibra con el fútbol como con pocas cosas en la vida, y por lo mismo, siempre tiene una opinión acerca de la selección chilena. "Los jugadores volvieron a tener el sistema de juego que venían teniendo, que es el juego al que nos acostumbramos en el último tiempo", dice Patricio, que al igual que los jugadores de la selección, quiere ganar en todas partes, sin importar el rival.
"Estoy seguro de que el domingo ganamos", cree el hincha lila, que disfrutó la última Copa América en el estadio junto a sus dos hijos, en un ritual que se originó con esas jornadas gloriosas en las que iban a ver al León de Collao, pasión que sus hijos heredaron. "Fui a todos los partidos de Chile en la copa pasada, excepto a la final, que fueron el Pato y Cristóbal (sus hijos) solamente", cuenta el fanático del Conce y la selección.
"El partido del domingo lo veo con mis hijos. Es cábala", manifiesta.
Chilena vialina
"Me acuerdo de la primera vez que me llevaron a ver al Vial. Iba enojada porque pensaba que eso era para hombres, pero eso me duró el primer tiempo no más. De ahí que sigo al Vial a todas partes" cuenta María Barrera, o más conocida como la "Mari" que tiene un puesto en la Vega Monumental que lleva su nombre en honor a una de sus grandes pasiones, pues se llama "Los Vialinos".
Los colores aurinegros los siente tan propios como el rojo de la selección, y por lo mismo, asegura que el domingo gana el equipo de Pizzi. "Los muchachos se lo merecen. Y aunque no ganen tenemos que seguir apoyándolos porque ellos se la juegan" cree la "Mari", acerca de los jugadores que ya la hicieron gritar campeón de América por primera y única vez.
La vialina verá la final con su padre en su casa, al igual que el año pasado, cuando Sánchez provocó el estallido de todo el país con su singular penal. "El domingo ganamos", dice convencida.
Los hinchas históricos de Naval de Talcahuano, Arturo Fernandez Vial y Deportes Concepción coincidieron en dos factores para la final del domingo: uno, la selección chilena gana; y la segunda, y más importante, que cuando juega la selección todos somos chilenos, no importa por cual equipo hinche en el año, porque, como dice la "Mari": "Esta es la Roja de todos, por la selección no hay rivalidades ni camisetas de otros colores".
"Un orgullo tener a estos chiporritos jugando ahí, si son de primera"
Ulises Neira, Hincha navalino.
2 finales ha logrado la se- lección chilena en el último año. Ahora quiere sumar un nuevo título.
1916 se jugó el primer Campeonato Sudamericano, donde Chile también dijo presente.