Muhammad Ali: "Siento que tengo mucho de él"
Este Ali es chileno y toda su vida ha lidiado con bromas, sólo por tener el mismo nombre que el famoso boxeador gringo. Actualmente es paramédico y trabaja en la cárcel.
Desde niño tuvo que lidiar con las bromas de sus compañeros y de muchas personas que encontraban curioso que se llamara así. Sin embargo, Muhammad Ali, chileno, de 35 años, nunca agachó su cabeza y menos se sintió menoscabo. Es más, desde siempre expresó abiertamente su orgullo por compartir el nombre con Muhammad Ali, el boxeador afroamericano, una de las leyendas del deporte mundial, fallecido a los 74 años el pasado 3 de junio.
"Para mí es un ejemplo de lucha. Él nunca renegó de su raíz y pese a que fue campeón mundial en su categoría, siempre se dio el tiempo de combatir en contra del racismo", dice el paramédico y también bombero de Punta Arenas.
La vida del deportista pasó a ser una gran pasión para este trabajador del área de la salud, quien se dedicó a conocer cada uno de sus detalles.
"Siempre me acuerdo de una anécdota que él tuvo cuando fue a un restorán, donde se le dijo: Aquí no servimos a negros. Y él respondió: Sí, a mí tampoco me gusta comer negros (...) Cuando fue a la guerra de Vietnam tuvo que estar aislado por mucho tiempo. Creo que fue alrededor de tres años. Él siempre estuvo con su temple de lucha, pero igual siguió entrenando para no perder el título mundial. Lamentablemente lo perdió igual, pero se levantó. Entrenó y entrenó hasta que lo consiguió obtener de nuevo", expresó.
- Tienes una gran admiración por él...
"Sí. Siento que tengo mucho de él también. Por ejemplo, cuando me propongo algo soy persistente. Cuando cayó enfermo, nunca dejó de luchar. Él jamás se rindió. En eso me reflejo".
- ¿Quién decidió que se llamara así?
"Mi padre. Cuando estuvo en el ejército, él practicó boxeo de forma profesional. Por esos años, aquí en Magallanes, se hacían competencias internas entre la Marina, el Ejército, la Fuerza Aérea, Carabineros y la Infanteria Marina. Además, mi papá admiraba a Muhammad".
Su vida
Muhammad José Ali Alarcón tiene ascendencia siria. Actualmente vive en Punta Arenas, donde se dedica en cuerpo y alma al servicio de la comunidad. "Amo mi trabajo en la cárcel y también ser bombero", señaló.
- ¿Cómo es trabajar en un recinto penitenciario?
"Mi experiencia laboral ahí ha sido totalmente distinta, porque estoy expuesto a mucha crítica. Aunque para mí, pese a que un sujeto esté privado de libertad, es persona. Aquí trabajo solo. No hay un enfermero o un médico que me acompañe las 24 horas del día. Por eso, muchas veces, las decisiones las he tenido que tomar yo, sin creerme médico".
-¿Algún percance?
"Mmm... sí. Un día llegué a trabajar y vi cómo un recluso tenía inundado su celda con ropa que se le había entregado el día anterior. No encontró nada mejor que meter esas prendas al inodoro y después hacer sus necesidades ahí mismo. Le dije: ¡Limpia esto de inmediato! Sin embargo, al recluso no le gustó ser mandado por mí y me amenazó. Me dijo: ¿Qué te creís?, ¿Te creí paco? Yo la voy hacer corta y voy a salir luego para puro matarte".
- ¿Sintió miedo?
"Sí. Acusé lo sucedido y la situación llego a un juicio simplificado, donde el recluso se desmayó. Ahí lo tuve que atender, porque esa es mi misión".
Con respecto a su labor como bombero, señaló que es una de las experiencias más lindas de su vida, la que se inició en octubre de 1998. "Pertenezco a la compañía Croata. He estado más de once años haciendo guardia nocturna, privándome de situaciones importantes. Es algo de lo que no me arrepiento. Es más, me siento orgulloso", puntualizó.
"Siento que tengo mucho de él, en lo persistente y en la lucha que entregó antes de morir"
Muhammad Ali,, paramédico