Evaluaciones escolares
Llevamos un par de semanas en clases y comienzan las primeras pruebas, una situación que genera ansiedad y para obtener buenos resultados, es fundamental saber enfrentarlas.
Las evaluaciones forman parte del proceso educativo y son herramientas que miden el nivel de aprendizajes; por lo tanto es importante que frente al temor, padres y profesores refuercen la idea que las pruebas son sólo una medición y no determinan el fracaso o éxito de por vida, que son normales, cotidianas y necesarias.
El lenguaje que los adultos usemos para conversar respecto al tema es también importante, pues parte de la naturalidad con que abordemos el tema pasa por usar palabras que no apelen a experiencias negativas de los adultos. Lo mismo sucede con el tono de voz. Los enojos o molestias frente a una situación de estudio, puede gatillar la ansiedad difícil de controlar durante la evaluación.
Una buena forma de bajar la ansiedad es desarrollar desde muy temprana edad los hábitos de estudio, método que en el transcurso del tiempo dará seguridad a los niños respecto a los contenidos vistos en clases. Los estudiantes secundarios y sobre todo los universitarios, suelen quedarse estudiando hasta muy tarde. Ese es un error frecuente que todos hemos cometido en algún momento, pues creemos que leyendo hasta el último minuto retendremos más información.