Aceite derramado provocó caída
Un motociclista sufrió una caída durante la mañana en San Pedro de la Paz. El conductor pasó por sobre un derrame de aceite en Pedro Aguirre Cerda. Samu lo ayudó.
Un motociclista sufrió una caída durante la mañana en San Pedro de la Paz. El conductor pasó por sobre un derrame de aceite en Pedro Aguirre Cerda. Samu lo ayudó.
Profunda tristeza causó, la tarde de ayer en Colón, el fallecimiento de un antiguo vecino de Las Higueras. El hombre, un ingeniero jubilado, perdió la vida luego de ser impactado por un vehículo que transitaba por la avenida, en circunstancias que están siendo aclaradas por Carabineros.
El accidente se registró pasadas las 4 de la tarde. La víctima, identificada como Luis Morales, de 65 años, falleció de forma instantánea, según relataron testigos. Familiares explicaron que el hombre iba a ver a su suegra, quien se encuentra en el Hospital Naval.
Según detallaron los presentes, médicos de la Mutual de Seguridad ubicada a media cuadra intentaron ayudar a la espera del Samu, pero nada pudieron hacer. Durante casi tres horas, personal de la Sección Investigadora de Accidentes de Tránsito (Siat) de Carabineros, trabajó en el lugar levantando evidencias y empadronando a los testigos del hecho. Además, se tomó la declaración del conductor involucrado.
Jorge Aroca, vecino de la víctima, comentó que "este cruce es peligroso. Los peatones no deberíamos cruzar hacia la mitad de la calle para llegar al paradero".
Luis tenía dos hijos y esposa. Trabajó en la Universidad de Concepción y su paso por las Higueras fue recordado con cariño.
"Este cruce es peligroso. Los peatones no deberíamos cruzar hacia la mitad de la calle para llegar al paradero".
Jorge Aroca, vecino.
Cuatro trabajadores estaban a punto de cerrar un local de sushi, en la calle Chacabuco, de Concepción. Eran cerca de las once de la noche y vieron a dos jóvenes que aparentaron ser clientes. Los sujetos, en realidad, eran dos asaltantes quienes los amenazaron con un revólver y un cuchillo para pedirles dinero y sus pertenencias. El atraco fue de terror y quedó registrado a través de cuatro cámaras de vigilancia.
Según contó Roberto Santander, propietario del establecimiento, "abrimos esa sucursal hace unos cuatro meses y esta es la primera vez que nos pasa algo así. Durante el asalto, uno de los tipos apunta con pistola a la cajera y al resto de los trabajadores. El otro, que llevaba una arma blanca, tomó un cuchillo cocinero que había sobre el mesón para evitar que la gente se defendiera, en un principio, pero también amenazó con él a los repartidores".
Margarita, la cajera, explicó que "nunca antes me habían asaltado. Mucho menos encañonado, todavía estamos con harto miedo por lo que pasó. Yo en ese momento le entregué el dinero que me pedía y hasta hizo que le mostrara la bandeja vacía".
Junto con llevarse la recaudación de la tarde, cerca de 120 mil pesos, los sujetos se llevaron las pertenencias de los trabajadores. "Incluso uno volvió al darse cuenta que le estaba faltando un celular", contó la afectada.
Por su parte, el dueño del local de sushi añadió que "por lo menos, el monto que se robaron no fue muy alto, ya que la mayoría de las transacciones que hacemos en el local son a través de tarjetas. Casi no manejamos efectivo".
Desesperados y frustrados, los repartidores del local decidieron seguir a los dos asaltantes. Según comentó Santander, "los tipos huyeron en un auto en dirección hacia Chiguayante. Incluso pararon y desde allí pedíamos ayuda a Carabineros. Todo grabado con las cámaras de seguridad. Ojalá la investigación avance, pero vamos a tener que ser los propios afectados quienes llevemos las imágenes a Fiscalía". El afectado pidió más resguardo policial, ya que en Chacabuco, a la altura de Serrano, hay varios locales junto al supermercado en donde dicen sentirse inseguros.
Al igual que en el local de reparto de sushi, las cámaras de seguridad de un almacén de barrio, en Penco, permitieron a los propietarios del negocio obtener los rostros de dos sujetos quienes los asaltaron durante las últimas horas. Los individuos intimidaron al dependiente con un arma de fuego y lo amenazaron para que les entregara el dinero que tenían en caja. Finalmente, el susto que le hicieron pasar, fue sólo por seis mil pesos que el trabajador tenía en su poder.