Revisión técnica
Es un deber que deben cumplir los dueños de vehículos particulares una vez por año, que se puede hacer en cualquier mes, no solo en marzo. Aprobarla genera un stress, debido al aumento de las exigencias y a la automatización del proceso que antaño se realizaba solo por personal técnico que realizaba un chequeo.
Actualmente, todas las plantas de revisión técnica cuentan con lo que técnicamente se llama línea de inspección. Esta contempla una serie de pruebas realizadas y controladas por un software que entrega un informe del estado de ciertos mecanismos críticos del automóvil que deben revisarse, por ejemplo, alineamiento de ruedas, amortiguación, diferencia de frenado, estado general del tren delantero y finalmente el estado del motor, a través de un análisis de gases contaminantes.
Hoy el ciudadano tiene más acceso a comprar un automóvil y la gran variedad de marcas y modelos hace que sus precios sean asequibles. Así, la cantidad de vehículos con muchos años en circulación ha disminuido, generando que aumenten los vehículos modernos y haga que la taza de fallas sea menor.
Por lo cual la mayor cantidad de rechazos no tienen relación con fallas mecánicas graves, sino con descuidos de los conductores sobre sus máquinas, como mantener alguna ampolleta quemada, en mal estado los neumáticos, no cumplir con la norma de gases contaminantes y falta de mantención y revisión de los sistemas de frenos.