Alimentación para alumnos de enseñanza superior
Debido a los horarios que suelen tener los estudiantes en la universidad o institutos profesionales, se hace común que lo primero que cambian es su rutina de alimentación, por lo cual, la cantidad y calidad de alimentos que consumen se deteriora significativamente. La única forma de mantener un estilo de vida saludable es no dejar de consumir alimentos a pesar de no contar con el tiempo para hacerlo. Ante esto, una buena alternativa son las colaciones frías, ojalá cada dos horas: cereales, yogurt, bebidas lácteas, frutas y verduras, frutos secos, etcétera. Junto a esto, es absolutamente necesario tomar un desayuno que contenga proteínas (quesos, quesillos, huevo, leche), cereales integrales y frutas. Asimismo, hacer lo posible por mantener un horario que permita tener un almuerzo "normal". En esta etapa también se opta negativamente por "comida chatarra", debido a su rápido acceso. Ante la falta de tiempo para sentarse a comer, se tiene la sensación que consumir este tipo de comidas alimenta y da energía, no obstante, se desconoce el daño que solo se evidencia un par de años más adelante, cuando el organismo manifiesta la mal nutrición. Además, hay que tener cuidado con adquirir alimentos en lugares no establecidos, como "carritos móviles" o puestos en las afueras de los establecimientos de educación superior, debido a la posibilidad de contraer enfermedades de transmisión alimenticia, por la presencia de algún contaminante físico, químico o microbiológico.