Comienzan las clases en las universidades y es buen momento para implementar cambios que favorezcan la adaptación, lo que permitirá incrementar el rendimiento académico. Estos cambios dependerán del nivel en el que se encuentre el alumno. Si es de primer año, los ajustes deben considerar, por ejemplo, conocer con anterioridad la infraestructura de la universidad y el horario de clases. A ese horario destinar una cantidad equivalente de horas para el estudio, que se puede desarrollar en el hogar o en la universidad. En la casa es importante elegir un lugar apropiado para el estudio, donde no haya distractores. Ojalá identificar el canal perceptivo por el que mejor aprendamos (visual, auditivo o kinestésico), que permitirá seleccionar la estrategia óptima de aprendizaje. También es importante generar lazos con los compañeros y definir lugares y tiempos de estudio comunes, de modo de compartir dudas y aclarar conceptos.

Para los estudiantes antiguos es recomendable no dejar la toma de ramos para último minuto y arreglar problemas con la dirección académica antes del inicio del semestre.

Es importante enterarse de los trámites que debe realizar, como actualización de antecedentes, postulación a beneficios. Asimismo, identificar cuáles fueron las estrategias de estudio que mejores frutos rindieron y cómo replicarlas este semestre. Finalmente, intentar conciliar las responsabilidades con disfrutar la vida universitaria.