Humitas, pastel de choclo y porotos granados tienen en común el delicioso choclo. Un cereal de origen americano, que hace más de 10 mil años ya era consumido por los pueblos indígenas y que hoy consumimos fresco en platos típicos de verano. Pero ¿sabemos en realidad cómo optimizar el sabor de nuestras humitas o pastel de choclos? Para lograrlo necesitamos que los choclos estén frescos; es decir que los granos sean de amarillo claro, parejos y ordenados, de hojas verdes y firmes. Para molerlo, lo mejor es procesar el maíz en un molino junto a la albahaca, triturándolos bien para que la textura en el paladar sea suave y si quiere añadir más sabor, entonces la cocción en un caldo de verduras aportará mucho. La pastelera ideal es cremosa y para lograrla podemos adicionar un poco de leche, nuez moscada, sal y pimienta darán un sabor excepcional. En el caso de las humitas, es importante que las hojas sean grandes y parejas, con amarras firmes para que no salga el relleno durante al cocerlas.

El pastel de choclo en tanto, quedará más rico si usa carne recién cortada (no molida) y cocinada con algunas hojas de albahaca o una rama de romero. Son infaltables el huevo duro, aceitunas y pasas, en algunos casos puede agregar presa de pollo, previamente cocida para no prolongar el tiempo de horno.

Con estos consejos, seguro su familia disfrutará aún más de la cocina este verano.