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El sujeto, de 67 años de edad, que cumple con la medida cautelar de prisión preventiva tras ser formalizado por el ataque a una menor tomecina, se mantiene aislado del resto de la población penal, de acuerdo a un protocolo establecido por Gendarmería.
El coronel Pablo Toro, director regional de Gendarmería, señaló que el objetivo de la medida "es asegurar la integridad de los internos".
"La población penal respeta ciertos códigos y los casos, en los que se presume violación son muy mal vistos", indicó la autoridad regional a La Estrella.
Se informó que el individuo está en una celda con baño propio y todas las comidas del día las recibe en el mismo lugar. Sin embargo, el director de Gendarmería, dijo que no tiene restricciones, ya que su aislamiento es por resguardar su seguridad.
En concreto, tiene derecho a patio, a recibir visitas y encomiendas.
"El imputado estará en aislamiento hasta que decante la situación, porque corre peligro. Como Gendarmería tomamos esa decisión para evitar que se concreten las amenazas por parte de otros internos", declaró el coronel Toro.
A pesar de estar en una sección especial dentro del principal centro penitenciario del sur de Chile, no hay contigente extra para custodiarlo, ya que el director explicó que "la infraestructura de la cárcel entrega todas las medidas de seguridad necesarias".
"A medida que la situación se vaya calmando, se evaluará trasladarlo a otro lugar dentro del penal, junto a otros internos", explicó el oficial.
Independiente de lo anterior, el imputado no estará junto a la totalidad de la población penal, principalmente debido a su edad. Explicó que las personas de la tercera edad están internadas en un módulo distinto, ya que tienen necesidades distintas a la del resto de los reos.
Por ahora, el imputado por el ataque a la niña en Tomé, estará en aislamiento a la espera de ser reformalizado, si es que se comprueba que hubo o no, abuso sexual. J