Más de 500 mil fieles suben hoy el Cerro La Virgen de Concepción para agradecer y pedir ayuda
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La devoción mariana está profundamente arraigada en las familias penquistas y es que hasta el nombre de nuestra ciudad fue puesto en honor a la Inmaculada Concepción de la Virgen María. El principal lugar de manifestación de este cariño, se realiza precisamente hoy, en la cima de un cerro ubicado a menos de un kilómetro del centro de la ciudad.
"En la religiosidad popular siempre la manifestación de Dios tiene que ver con las alturas. Eso lo encontramos desde el Antiguo Testamento. Nuestro Señor Jesucristo también lo usó. Ése es el sentido que tiene y nuestra cultura de América Latina fue incorporando eso", detalla a La Estrella el padre Manuel Zúñiga, coordinador de las actividades del Mes de María en el Arzobispado de la Santísima Concepción.
"Para nosotros el Cerro La Virgen tiene todo esto. Antes quedaba específicamente dentro del seminario y el Mes de María estaba siempre bien unido a la vida de los seminarios. Desde ahí que las mismas oraciones que se rezan ahora, fueron escritas por un formador del seminario de Santiago, en el Siglo Diecinueve", afirma el religioso.
Poco a poco fue formándose la tradición de la fiesta de la Inmaculada Concepción en este cerro situado cerca de la Plaza Juan Bosco y detrás de la Universidad de Concepción. "Es uno de los lugares más bonitos de esta ciudad, por su naturaleza y se ha mantenido la tradición ahí. Ahora el seminario está en Chiguayante, pero la entidad sigue a cargo de la fiesta. Los chicos se deben encargar de acondicionar el cerro, porque ésta es la fiesta en que los jóvenes que se están formando se manifiestan hacia los fieles de la Diócesis", comenta.
"El año pasado subieron más de 500 mil personas, por lo que el trabajo que se realiza para recibirlas es con profundo cariño y preocupación por parte de los seminaristas, quienes le ponen empeño y harta alegría a este trabajo", relata Zúñiga.
Cabe mencionar que desde el punto de vista de los vecinos, esta celebración trae algunos problemas, principalmente, por la masiva llegada de vendedores ambulantes y las dificultades en el tránsito. "Además, está el constante peligro de que se produzcan incendios forestales, porque no se ha desmalezado correctamente", indica Eugenio Santos, vicepresidente de la junta de vecinos del sector.
El cerro le pertenece al Arzobispado y la iglesia local tiene la intención de trabajar en mejorar su infraestructura. "Tenemos el sueño, más bien la esperanza, de poner ahí un santuario para la ciudad, que sería hermoso. Cuando don Fernando Chomalí (arzobispo) había llegado recién, hizo un concurso donde los estudiantes de arquitectura pudieron presentar sus proyectos. Hubo una premiación y hay un proyecto. Aunque se trata de montos muy altos, tenemos la intención de que esto funcione todo el año y se utilice mucho más que un mes", asegura el presbítero Zúñiga.
Cabe apuntar que durante el Mes de María, el cerro tiene mucha vida, pero esa actividad queda demasiado acotada. En el Arzobispado esperan que se pueda aprovechar mejor la combinación entre pulmón verde y vida espiritual que se produce en el lugar.
Tal como menciona Zúñiga, en la preparación de las actividades trabaja, además del seminario, varias otras instituciones como el municipio local, las policías y la Defensa Civil. "Hace algunos años también nos ayudan los scouts y el personal de la Cruz Roja", describe.
Cabe apuntar que en Concepción el trayecto de peregrinación no es tan largo como el que existe en Lo Vásquez. Además, cada vez se ha ido urbanizando mejor y se prepara muy bien la subida al cerro. De acuerdo a lo explicado por el presbítero Zúñiga la gracia está en hacerlo, porque peregrinar tiene el sentido de salir de nuestro encierro e ir al encuentro de Dios. "El Evangelio nos habla muy claro de eso, cuando la Virgen supo que iba a ser madre, ella salió presurosa, sin demora, a asistir a su prima Isabel", afirma el padre.
La peregrinación que se realiza hacia el Cerro La Virgen es la más importante del Gran Concepción, por el número de feligreses. "También hay una en el cerro de la Virgen de Coronel y en Lirquén, donde está la Parroquia La Purísima. Allí son catorce mil personas las que se vuelcan a la calle", señala.
La actual imagen de la Virgen que se encuentran en el cerro, fue cambiada hace poco, la anterior la llevaron hasta el Seminario en Chiguayante. "Debe tener más de 6 metros de altura, porque inmensa. Durante el año está dispuesta hacia la ciudad y después con un mecanismo bastante simple se pone hacia el campo de oración", detalla el padre.
"Hay muchos testimonios de milagros, por eso sube mucha gente también a decir gracias porque a lo mejor tenía un apuro de salud y gracias a la intercesión de María están sanos, chicos que suben a dar gracias porque sienten que los ayudó a pasar su semestre, algo tan sencillo como eso. Hay muchos casos uno tiene la oportunidad de conversar con la gente, el año pasado estuve confesando y uno me contaba que estaba para dar gracias porque estaba bien enfermo y ahora está sano", comenta. J