Conozca los costos que implica rehabilitarse de la pasta base
Cecilia Bastías Jerez
Perdió a su pareja, la cercanía con sus hijos, su trabajo: todo. Eso fue lo que le dejó la adicción a la pasta base. Una vida más destruida por un problema transversal que afecta a toda la sociedad y no sólo afecta -como usualmente se cree- a los grupos más vulnerables.
"Empecé con el cigarro en octavo básico, en primero medio la cerveza. En tercero medio ya iba por la cocaína, hasta que probé la pasta base. Fue una droga que me agarró al primer consumo, empecé una vez al mes, por seis meses y después cuando empecé a ganar plata, una vez a la semana. Llegué consumir todos los días, gastando mi sueldo, el de mi pareja y robar en mi empresa", detalló Raúl Araneda, de 32 años de edad y quien hoy dirige un centro de rehabilitación en Conce.
Actualmente dice que asume que todo tiene que ver con una mala decisión que tomó, que no le echa la culpa al resto y que ha logrado perdonarse.
"No fueron las faltas de oportunidades, siempre tuve todo", afirmó, argumentando que en su familia de origen son todos profesionales y que incluso él trabajaba en una empresa familiar a la cual robó producto de su adicción.
Es así como hoy se encuentra trabajando en el centro de rehabilitación CT Cambios, entidad privada que ofrece tratamiento a distintas adicciones y se encuentra funcionando hace dos años en la ciudad.
"Fui adicto por doce años y no he tenido ninguna recaída, cada día que pasa estoy más claro que no debo volver a eso, sin nunca bajar la guardia. Aquí se enseña que no se pueden juntar con las mismas personas que se juntaban antes y que no debes pasar por las mismas partes que frecuentaban durante el consumo", contó.
En cuanto al tratamiento farmacológico, Araneda explica que por los casos que ha visto pasar en el centro, depende del grado de adicción. Para el síndrome de abstinencia se administra Clonazepan y Quetiapina. "Yo llevo once meses de proceso y dejé al sexto mes de tomar medicamentos, pero hay algunos que tienen otras enfermedades psiquiátricas de base y tienen que tomar medicamentos durante toda su vida", explicó.
"Los primeros cinco meses siempre me quise ir, porque mi pareja estaba embarazada, pero vine porque sentí que estaba tocando fondo. Estaba gastando más de dos millones de pesos en droga, en la pega me echaron y mi pareja ya no quería estar más conmigo", dijo.
En este centro se pagan 500 mil pesos al mes, por estar internado. "El primer requisito es que la persona quiera internarse, eso lo analizamos nosotros, además, un psiquiatra observa si tiene algún trastorno de base y una vez evaluado se da el visto bueno. La selección es porque hay muchas personas que tienen problemas delictuales y aquí se vienen sólo a esconder", aseguró. J
"Sentí que estaba tocando fondo estaba gastando más de
dos millones de pesos en droga", Raúl Araneda, CT Cambio.
Bayron Martínez, director regional del Senda, señaló que la rehabilitación mensual en centros residenciales implica para el Estado un monto de 700 mil pesos por persona. Esto contempla los seis profesionales que se necesitan: psiquiatra, psicólogo, terapeuta ocupacional, un técnico social, un trabajador social y monitores para actividades colectivas.