Jóvenes enfermeras convierten la muerte en más vidas gracias al procuramiento de órganos
Cecilia Bastías Jerez
Ponen a prueba al máximo su capacidad emocional, trabajan sin horarios e intentan persuadir a la familia de una persona con muerte cerebral para donar los órganos de su pariente. Un fin noble se esconde detrás de una difícil conversación que, naturalmente, puede ser poco comprendida por quienes son los poseedores de última palabra.
La muerte encefálica es el proceso que se da antes de la muerte total del cuerpo, es irreversible y la respiración se mantiene únicamente por drogas y máquinas de apoyo. Ese estado se revisa con exámenes, y se certifica legalmente que la persona es un posible donante. Y ahí aparece la labor de Daniela Lagos y Gianella Castro, enfermeras procuradoras del Hospital Las Higueras.
"Entramos en la parte más difícil que es entrevistar a la familia. Somos quienes les expresamos la inquietud de si ellos van a respetar la voluntad de su familiar si ha dicho que quiere ser donante. Ahí se da esta conversación, porque no es pedir una caja con cosas, es pedir algo de su familiar que está fallecido y es un momento terrible", afirma Daniela Lagos, enfermera coordinadora de Procuramiento del recinto hospitalario.
"Trabajamos 24/7 con disponibilidad de llamado a cualquier hora del día, donde nos informan si hay algún potencial o posible donante y así parte nuestra pesquisa. Y en la entrevistas muchas veces es difícil para uno aguantar el llanto, porque es muy complejo estar en esa circunstancia", detalla Daniela.
El proceso es una conversación larga, según explica la enfermera, ya que después de ésta se va a determinar si van a donar los órganos de su familiar. "Pero sí se trata de dejar en claro que ellos no toman la decisión, sino que estarían respetando la decisión de su ser querido fallecido, que sepan que es la última voluntad, porque es muy grande el peso de tomar una decisión en las condiciones, de haber perdido a alguien", comenta la joven profesional.
Pese a que la ley habla de un donante universal y quienes no quieren hacerlo deben dejarlo de manifiesto en el Registro Civil y ante notario, la política en todos los hospitales del país es consultar a los cercanos del fallecido.
"Siempre se le pregunta a la familia porque existe la opción de que esa persona antes de fallecer haya cambiado de opinión, o que sus seres cercanos piensen que, de acuerdo al perfil de la persona: solidaria, preocupada, estaría mucho más tranquilo si van a entregar vida. Todo va a depender de la entrevista. Ellos son los que dirán lo que nosotros tengamos que hacer", señala.
La jurisdicción que les corresponde como equipo procurador es Talcahuano, lo que incluye al Hospital Naval, la Clínica Bío Bío y la Clínica Universidad de Concepción, además de colaborar con el Hospital de Chillán, explica la joven.
"Uno se pone a prueba a sí mismo, porque se ve enfrentado a la sensibilidad de la gente. La familia puede interpretar como que queremos lograr tener algo de esta persona por tener números y mejorar las cifras, pero no es así. Lo que hay que pensar es que de un fallecimiento que ya ocurrió vamos a generar vida, de una sola persona podemos permitir que vivan mejor cuatro, hasta ocho personas", subraya.
el proceso
Desde el momento en que la familia accede a donar se le explica que el cuerpo será mantenido en la Unidad Crítica porque va a necesitar de un ventilador y de las drogas que permiten que siga ventilado.
"De eso va a pasar un tiempo en que tendremos que esperar al equipo extractor que viene de Santiago. Esto es a nivel nacional, se programan los vuelos y el cuerpo de su familiar seguirá en la UCI, se le dará el tiempo para que se despidan. El cuerpo tendrá una incisión como de cualquier cirugía, y demorará entre 12 horas o un día", detalla Daniela frente a una de las dudas más habituales en el entorno del donante.
Asimismo, la profesional aclara que es también la familia la cual dice qué órganos quiere donar.
Gianella Castro es la otra enfermera del Área de Procuramiento y comenzó a integrar el equipo el 1 de octubre. "El tema es mantener la voluntad de la persona de seguir viviendo en otra, es un desafío. Asumir la carga emocional de la entrevista con la familiar, para eso uno debe tener ciertos requisitos, en el perfil profesional uno no se debe negar la parte humana y ponerse en el lugar de las personas", establece.
Hans Müller, médico nefrólogo y jefe de la Unidad de Procuramiento del Hospital Las Higueras, sostiene que "creo que todos tenemos el sentido del servicio, este es un programa que ejemplifica con mucha fuerza esa vocación de servicio como equipo y que está enfocado a necesidades muy fundamentales humanas como el vivir más y el vivir mejor",.
El facultativo valoró el trabajo que realizan Daniela y Gianella. "Nuestras enfermeras son quienes llevan el trabajo de trinchera en el equipo, y ellas lo viven diariamente. Trabajan con esos ambientes de emocionalidad donde hay dolor, frustración y por qué no, la desconfianza, por falta de información sobre el estado de muerte encefálica", dice Müller. J
"Uno se pone a
prueba porque se
ve enfrentada a
la sensibilidad de
una familia".
Daniela Lagos,
"Las enfermeras
llevan el trabajo
de trinchera en
ambientes de
dolor".
Hans Müller,