Mario Saavedra Ponss
Eran las siete de la tarde cuando comenzó a quemarse la primera casa en el pasaje Ercilla de Pedro de Valdivia Bajo, en Concepción. En los minutos que siguieron, la calle se transformó en un infierno. La enorme columna de humo fue visible desde distintos puntos de la capital penquista y el centro se detuvo, por segundos, con la gran alarma que causó el paso de seis compañías de Bomberos en dirección al siniestro.
Según informó el comandante de Bomberos de Concepción, Leonardo Palma, "cuando llegamos al lugar, el fuego ya había alcanzado dos casas, amenazando una tercera. El trabajo de los voluntarios se concentró en evitar la propagación de las llamas a otras viviendas amenazadas".
Mientras los voluntarios trabajaban con todos sus recursos, los vecinos del sector corrían de un lado a otro intentando resguardar sus hogares y pertenencias del avance del fuego. Además, acusaron falta de presión en los grifos, especialmente el que está ubicado justo frente a las casas que se estaban quemando.
A raíz de ello, los voluntarios debieron extender las mangueras hacia el cercano río Bío Bío. Las mangas cruzaron la avenida Costanera, por lo que Carabineros debió suspender el tránsito de los vehículos. Utilizando la fuerza de sus carros, Bomberos succionó agua desde el cauce y gracias a ellos lograron obtener el recurso para luchar contra las incontrolables lenguas de fuego.
Por casi dos horas, vecinos y voluntarios lucharon para apagar hasta la última brasa. Hasta el cierre de esta edición, Bomberos continuaba en el lugar, realizando labores de remoción de escombros y encontrar algún indició para informar un origen del siniestro. J
Según informaron los vecinos del pasaje Ercilla, un total de 11 personas perdieron sus casas durante el incendio de ayer por la tarde. Algunos comentaron que se quedarían trabajando durante la noche, mientras sus familiares buscaban donde quedarse a dormir. Dijeron estar atentos a ayuda municipal.