Cinco de los lomos de toro más conflictivos de Conce
Cecilia Bastías Jerez
Se supone que deberían otorgar seguridad vial a los distintos sectores, pero ya sea por actitud de los choferes o su construcción fuera de norma, algunos lomos de toro dejan de ofrecer tranquilidad y se transforman en un foco de accidentes.
Así es el caso de la estructura ubicada en la avenida Ramón Carrasco, en las Lomas de San Andrés, a la altura del 217. Si bien cumple con la actual norma de tránsito, vecinos aseguran que la imprudencia de algunos conductores ha significado varios accidentes menores.
"Muchas veces los autos topan con el piso con el parachoques, a veces se producen topones con los buses porque después está el paradero. Pero es de todos los días", indicó Claudio Martínez, trabajador de un servicentro del sector.
En el sector de Lorenzo Arenas, en calle Independencia con Mencia de los Nidos, también es posible encontrarse con un punto donde ocurren con cierta frecuencia accidentes asociados al badén, que es lo opuesto a un lomo de toro y que busca la reducción de velocidad a través de una depresión en la calzada.
"Ha habido accidentes aquí, una vez venían unos lolos y pasaron los dos baches, pero después quedaron atravesados en la calle y siguieron a la vuelta de la rueda, porque es muy brusco el quiebre. Yo creo que ahí le dijeron adiós al tren delantero", comentó Marco Garrido, vecino del sector, quien aseguró que este desnivel está desde hace varios años.
En el sector de Los Lirios, en calle Hierbas Buenas y Eduardo Rioseco, se observan elementos que evidentemente fueron hechos por los vecinos, y que difícilmente cumplen con la normativa.
Sin embargo la utilidad que prestan estos resaltos, sobre todo en las cercanías de escuelas donde transitan niños, está comprobada. Por ello en La Escuela Cruz del Sur, en calle Juan Guillermo Sosa, defienden la presencia de éstos. Alejandro Ugarte, director académico, señaló que el aumento del parque automotor ha obligado a este tipo de medidas. "Si no fuera por los lomos de toro aquí los autos tenderían a correr. Además cuando llueve se inunda la calle y los alumnos aprovechan de pasar por ahí", detalló.
En Hualpén, en tanto, frente al Colegio Villa Acero, también es posible encontrar desniveles que están para aportar seguridad frente al tránsito a los niños que asisten a este recinto educacional. J
Myriam Alvarado, asesora técnica de la Dirección de Tránsito de Concepción, indicó que la norma vigente del 2012 establece que un resalto reductor de velocidad, debe tener un largo de 3,7 metros por el ancho de la calle, separado a lo menos 20 centímetros para que el agua circule, y con una altura máxima de 7,5 centímetros. "No se puede hacer un propio lomo de toro, a menos que cuenten con la autorización del municipio", indicó Alvarado, acotando que son muchas las solicitudes de éstos desde las juntas de vecinos, y por su alto costo cercano al millón de pesos muchas quedan pendientes.