Leonardo Riquelme C.
La Presidenta Michelle Bachelet anunció anoche el inicio del proceso que, se espera, terminará en el próximo Gobierno con la aprobación de una nueva Constitución Política para el país. Por ello, encomendó una serie de definiciones que deberá tomar, incluso, el Congreso que se elija el 2017.
A través de una cadena nacional, la mandataria sostuvo que la actual Carta Magna "no responde a las necesidades de nuestra época ni favorece a la democracia. Ella fue impuesta por unos pocos sobre una mayoría, por eso nació sin legitimidad y no ha podido ser aceptada como propia por la ciudadanía".
Ante ello, Bachelet afirmó que "Chile necesita una mejor Constitución, nacida en democracia y que exprese la voluntad popular".
En ese contexto, dio a conocer el cronograma del proceso que, indicó, se realizará con "sentido de Estado". Éste establece el comienzo, en marzo próximo, de una etapa de educación cívica constitucional. Luego vendrán diálogos ciudadanos a nivel comunal, provincial, regional y finalmente una síntesis nacional, que recogerá los planteamientos comunes.
Dicha fase, que durará hasta octubre del 2016, estará acompañada por un Consejo Ciudadano de Observadores y sus conclusiones serán la base para el proyecto de futura Carta Magna, que la Presidenta se comprometió a enviar a trámite legislativo a inicios del segundo semestre del 2017.
Como la constitución vigente no considera un mecanismo para elaborar ni tramitar otra que la reemplace, a fines del 2016 el Ejecutivo presentará además un proyecto de reforma a la actual, para que por dos tercios sus miembros establezcan el proceso que posibilite la discusión y habilite al Congreso que asumirá el 2018 para que elija entre cuatro alternativas el debate de la iniciativa del Gobierno y su forma de aprobación.
Michelle Bachelet explicó que las cuatro opciones serán: 1) una creación bicameral de senadores y diputados; 2) una convención constituyente mixta entre parlamentarios y ciudadanos; 3) convocar a una asamblea constituyente; o 4) que el Congreso convoque a un plebiscito para que sea la ciudadanía la que elija entre las tres alternativas anteriores.
"Esta reforma debe tener aceptación transversal y de amplia mayoría, y darse a través del diálogo franco con las fuerzas políticas representadas en el Parlamento", señaló Bachelet. J