Carlos Paz Durán
No sólo eran hermanos. También abrazaron la misma pasión por el fútbol y en el mismo club del Ancla, en el que hasta jugaron juntos. Por eso nadie mejor que Francisco Herrera para expresar el sentir de la familia tras los funerales del "Jurel".
"Todavía no asimilo la partida de Óscar. Tengo algo en el pecho que me molesta, que no puedo sacar. Dicen que es puro dolor", señaló Francisco, quien es casi dos años menor que el ex puntero derecho, y que como volante de creación también jugó en Iberia, Curicó Unido, Linares, Lozapenco, Coquimbo Unido, Lota Schwager y Ñublense, donde se retiró en 1990.
"Estamos agradecidos de los medios de comunicación por la cobertura extraordinaria que le dieron a los funerales, y especialmente de ustedes, La Estrella, pues hasta nos acompañaron en el Hospital Las Higueras y en el velatorio", destacó el actual guardia nocturno del Estadio Municipal de Hualpén, y chofer de un taxi-colectivo cuando el tiempo se lo permite.
Quien junto a Fernanda y Moisés son los hijos que sobreviven al matrimonio que formaron Ángela Hernández y Óscar Herrera Jara, comentó que "creo que mi hermano nunca imaginó que tendría una despedida tan linda de este mundo. Se la merecía por todas las alegrías y cariño que entregó".
"Su legado debería perdurar no sólo dándole su nombre a la tribuna techada de El Morro, sino también con una Escuela de Fútbol que se llame 'Jurel', y que funcione en el mismo estadio. Algo hay adelantado en el municipio", dijo, para luego acotar que "yo podría dirigirla. Hice el curso de Orientador en el Inaf y trabajé en Deportes Concepción, la selección femenina de Penco y Naval". J