Profes se lucen con su casa de madera ultra moderna
La primera "Vivienda Pasiva de Chile" tienen desde hace un año Ivonne Quintana Díaz y Anselmo Escobar León, profesores jubilados de San Pedro de la Paz. Este tipo de casa exige una aislación térmica muy alta en toda la envolvente exterior. Reduce al mínimo el uso de sistemas convencionales de calefacción y refrigeración y aprovecha las condiciones de clima de dónde esté instalada. El diseño y construcción permiten un clima interior confortable y máxima calidad del aire interno. Es una verdadera burbuja de comodidad, higiene, ahorro de energía y calefacción, sin emisiones de CO2: la casa del futuro.
"Acá estamos felices. La casa anterior era heladísima. El cambio es de ciento por ciento, está muy bien orientada para recibir sol y no usamos calefacción artificial, porque está instalado un intercambiador o renovador de aire que trabaja con una tecnología estupenda y nos permite regular la temperatura", destacan. En el interior del inmueble el aire siempre está siempre limpio y tibio, a unos 20 grados", señalan.
La casa, ubicada en Cumbre de Andalué, fue construida con placas contralaminadas de madera de pino, un producto nuevo, desarrollado en la Universidad del Bío Bío, UBB para ese propósito como resultado de la investigación de un equipo de la UBB, integrado por Ricardo Hempel, profesor titular y director del proyecto y los arquitectos Gerardo Saelzer, Denisse Schmidt y Paulina Wegertseder.
El diseño arquitectónico y la construcción del prototipo estuvieron a cargo de Paulina Escobar Quintana, arquitecta UBB y Magister en Hábitat Sustentable y Eficiencia Energética. Desde el inicio y en todas las etapas trabajaron también diferentes especialistas, como constructores e ingenieros técnicos.
DISEÑO
Ricardo Hempel explica que estas placas son de madera de pino, y las forman con la unión de tres láminas con las que se arma un contrachapado listo para el montaje. Son de 6 metros de largo por 2,40 de ancho y 9 centímetros de ancho para las paredes y pre cortadas en fábrica.
Para llegar a la fabricación se sometieron las muestras a ensayos de laboratorio de diverso tipo, fundamentalmente de resistencia mecánica, térmica y al fuego. J
LLa temperatura y el aire son manejados de modo que se cumpla el principio de confort térmico permanente inherente a una Vivienda Pasiva. Instalaron un intercambiador que capta aire afuera y debajo de la vivienda, a 1,50 metros de profundidad, donde la temperatura en las mañanas es de 12 a 14 grados C, frente a los 5 a 6 grados de la época invernal que habría dentro de la casa. La vivienda ahorra efectivamente entre el 80% y 85%, respecto de las no pasivas, en calefacción y energía general.