La tragedia en Tirúa obligó a estrictos controles en vuelos
cecilia.bastias@estrellaconce.cl
Dos años han pasado desde el accidente aéreo en el que cinco personas desaparecieron mientras realizaba el trayecto de la Isla Mocha hacia Tirúa. Hace un año, al cumplirse el primer aniversario de la tragedia, los mochanos reclamaron que no existía ningún avance en la seguridad de los vuelos, que son prácticamente el único medio de transporte que tienen, situación que, sin embargo, ha cambiado favorablemente al cumplirse el segundo año, según reconocen vecinos y pilotos que se encargan de llevar a cabo la comunicación entre Tirúa y la ínsula.
"Vuelo desde la Isla Mocha hacia Tirúa, hago un vuelo cada tres días más o menos", explicó Juan Carlos Paul, piloto comercial, reconociendo que el avance que existe actualmente en cuanto a conectividad es que hay un avión subvencionado para los mochanos. "Es bimotor y ese hace más o menos unos cuatro vuelos diarios, el miércoles, el jueves, el viernes y dos el domingo. Ese el itinerario y tiene para cinco pasajeros", comentó.
El control de las aeronaves se realiza desde Concepción. "Ahora los que están volando en el 90% son aviones comerciales y el resto aviones particulares. Tienen seguro de pasajeros y el control de la nave es más riguroso", añadió.
Por otra parte, la pista principal del Aeródromo de Isla Mocha está además siendo remodelada, lo que significó su cierre hasta el 8 de octubre, debiendo las aeronaves aterrizar en una pista sencundaria.
Según explicó el seremi René Carvajal, el proyecto de mejoramiento del aeródromo, que comenzó en abril, "estará terminado en diciembre de este año y tiene una inversión que supera los $530 millones financiados con fondos Fndr".
viajes
En total hacia la isla están viajando tres aviones comerciales y el subvencionado. "Son puros pilotos comerciales, eso significa que son profesionales y no pilotos deportivos. Los aviones que registran más accidentes en el mundo son aviones particulares y los que registran menos son los comerciales, por el hecho de que son más revisados, controlados y los pilotos son profesionales", afirmó Juan Carlos Paul.
El piloto añadió que "aeronáutica exige que sean vuelos comerciales, eso cambió después del accidente, ahora se pusieron estrictos".
"Yo creo que está bien la conectividad, hay que pensar que son 580 personas no más. Y sólo el avión subvencionado vuela en la semana unas 20 veces y puede mover a 120 personas en el mes", aseguró.
Darwin Parra, profesor y habitante de la isla, afirmó que están conformes con contar con el avión subvencionado, además de los vuelos particulares.
"Acá queremos que no se repita nunca más un accidente así", subrayó. "Para nosotros es complicado el tema porque tenemos que viajar en avión por obligación, no tenemos otro medio. Hace tiempo se está peleando un medio marítimo, pero no ha pasado nada", manifestó Parra.
en recuerdo
A dos años de la tragedia, las tres familias de los pasajeros de la aeronave accidentada el 5 de octubre de 2013, realizaron ayer en el aeródromo de Tirúa, junto a un sacerdote y un pastor, una ceremonia en recuerdo de sus seres queridos desaparecidos.
Gladys Zúñiga, madre de Erick Arriagada, uno de los jóvenes que iba a bordo de la aeronave siniestrada, señaló que está claro que presentarán una demanda legal en conjunto, la que sería en contra de la familia del piloto y el Estado.
En cuanto al proceso emocional vivido, Gladys afirmó que han sido muy contenidos. "Estamos en 'Renacer', ahí nos ayudan mucho. Como familias también tenemos una amistad, incluso vamos a los sicólogos y siquiatras que nos hacen terapias, hemos tenido mucha ayuda", reconoció Zúñiga. J