Los lamentos por la repentina partida del comentarista y ex seleccionado chileno Eduardo Bonvallet se han hecho sentir en todo el mundo del fútbol, y también en nuestra zona, donde el delantero de la Universidad de Concepción, Aníbal Carvallo, también manifestó su pesar por quien fue su entrenador el 2007, cuando ambos coincidieron en Deportivo Temuco. De hecho fue el "Gurú" quien gestionó el arribo de Carvallo, a préstamo desde Colo Colo, para integrar aquel equipo que lamentablemente terminó descendido a Tercera División. "Tuve el placer de conocerlo como persona y DT, fue una gran persona, fiel a sus ideales (como pocos) #vueltaaltogurú", escribió el jugador en su cuenta de Twitter, mientras recupera de una grave lesión de tobillo. J

Con nombre y apellido fue la dedicatoria del triunfo del equipo chileno de Copa Davis ante Venezuela, luego que el capitán de la escuadra nacional, Nicolás Massú, ofrendara la victoria al fallecido comunicador y su familia. "Eduardo Bonvallet también es una persona muy cercana al deporte, era un ex deportista y un gran comunicador, mandar a su familia las condolencias por parte del equipo y dedicarlo (el triunfo) a la familia de él", dijo Massú. Un gesto que deja en evidencia que no sólo en el fútbol tenía su llegada el ex jugador, sino en todo el deporte nacional. J

M. Muñoz/N. Labra

Las muestras de cariño conmovieron a la familia de Eduardo Bonvallet. Y es que, como era de esperarse, una masiva despedida tuvo ayer el comentarista y ex seleccionado chileno, durante sus funerales en el cementerio Parque del Recuerdo en la capital.

Miles de seguidores del autodenominado "Gurú" se dieron cita en el camposanto, para entregarle su homenaje y su cariño. Sus seguidores acérrimos, los llamados "Bonvadictos", se hicieron presente desde el sábado en su velatorio y durante todo el día de ayer, jornada que concluyó pasadas las 16:00 horas con los funerales del que fuera mundialista con la Roja en España '82.

"Nos dio energía a todos los chilenos. Él nos enseñó mucho de fútbol. Nosotros somos agradecidos de Bonvallet", vociferó Eulogio Mesías, un "bonvadicto" que ayer en la mañana no pudo entrar a la iglesia Santiago Community Church en Providencia para despedir al polémico comentarista. "Me gustaba su manera de ser, decía las cosas como las sentía", agregó otra asistente.

Flores y banderas

En el trayecto desde la capilla en Providencia hasta el cementerio ubicado en Huechuraba, las muestras de apoyo y cariño aumentaron. Hinchas anónimos, con camisetas de la Selección, la UC y Universidad de Chile, junto a banderas, y cantos del himno nacional y del clásico "Chilenos de corazón".

Bocinazos, autos pintados con mensajes y gritos de "Grande gurú" junto al paso por la pérgola de las flores fueron mostrados por Daniela Bonvallet, hija del fallecido comentarista futbolero, en diversos videos que subió en su cuenta de Twitter.

Durante la mañana en la iglesia, Gabriel Bonvallet, hermano del ex futbolista, agradeció las diversas muestras de cariño que habían recibido en el lugar. "De verdad no hay consuelo, pero al verlos a ustedes, al ver el cariño de la gente, al ver tantas manifestaciones de gente común, es algo que fortalece. Como familia les damos las gracias", manifestó.

Lamentos en Conce

En nuestra región también se oyeron voces de lamento por la partida del "Bonva". Francisco Arrué, volante de Huachipato, lo expresó en su cuenta de Twiter: "Que 18 más triste, terremoto en nuestro país y nos deja un grande del fútbol y de las comunicaciones, por muchos incomprendido".

"Lo siento harto, aprendí mucho de él, una pena que se haya ido de esta forma", agregó Óscar "Jurel" Herrera. J

A sus 60 años, Eduardo Bonvallet fue encontrado muerto la mañana del viernes en su habitación en el Hotel Los Nogales de Providencia. El ex comentarista deja un largo historial en el fútbol, pues jugó en Universidad de Chile, Universidad Católica y O'Higgins, y defendió a la selección chilena en la Copa América de 1979 (subcampeón) y el Mundial de España en 1982.

El llamado fue por si acaso. Si resultaba, sería una buena nota. Y resultó. ¡Aló!, me respondió ese 10 de diciembre de 2012, un día después de que Huachipato ganara el título del Clausura, remontando un 3-1 ante Unión Española en el CAP. Algo que casi nadie veía posible, salvo el autodenominado "Gurú". "No lo conozco y no acostumbro a dar entrevistas por teléfono, pero quiero confiar en usted", me advirtió antes de que lanzara cualquier pregunta. Pudo haber dicho no y hasta luego. Pero se dio el tiempo y repasó aquella final, la que el mismo dijo que ganaría el entonces equipo de Jorge Pellicer. "Voy a ser un poquito presumido, ah, pero Dios nos da y Dios nos quita. Dios es súper justo. Y entre las cosas que me dio, es una percepción del fútbol que está al margen del resultado momentáneo. En la primera final vi en Unión a un gran equipo en cuando a toque de balón, pero vi a tres o cuatro jugadores con pasión. Entonces, ahí está la diferencia de por qué me incliné por Huachipato, porque todos sus jugadores demostraron pasión. Y además con una columna vertebral muy buena: un gran arquero (Nery Veloso), dos centrales que a mí me gustan mucho (Muñoz y Merlo), con Lorenzo Reyes, que para mí es mucho más que Medel; 'Chuky' González le dio fútbol al equipo; Bryan Rodríguez iba a mejorar, y Villalobos siempre fue un jugador de mi agrado, un jugador muy inteligente por cómo se mueve en el área. Si usted le une a esta apreciación personal, un técnico maduro, que va camino a la selección con paso seguro y que contaría con todo mi respaldo como Pellicer, y le une la pasión, me incliné por Huachipato siempre, nunca tuve duda. La pasión es lo que a uno lo hace triunfar en cualquier departamento de la vida. Si usted escribe con pasión, le va a salir mucho mejor la nota que escribiéndola de malas ganas". Esa fue parte de aquella conversación con Bonvallet, aún guardada en la memoria del antiguo celular de la pega, pues algo me dijo que no la borrara. Ahí quedó y ahí quedará, tal como el recuerdo y legado que dejó Bonvallet, ese tipo frontal que, reconozco, a veces no quise escuchar, pero a quien siempre terminé por encontrarle la razón. Vuela alto Gurú.