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Fue una caída estrepitosa para Usain Bolt. No en la final de los 200 metros en el Mundial de Atletismo, donde ganó con holgura, sino en la celebración posterior, cuando fue impactado por un camarógrafo que quería captar los festejos del jamaiquino en el estadio "Nido de Pájaros" de Beijing. Sin embargo al acercarse con su cámara, a bordo de un vehículo motorizado tipo scooter, el profesional perdió el equilibrio y terminó atropellando al atleta más veloz del mundo.

Bolt reaccionó con rapidez, dio una voltereta y volvió a levantarse con una sonrisa, preocupado sí por el camarógrafo.

Pasado el incidente, el atleta admitió que "estoy bien. Sólo me daré un buen masaje". Entre risas, dijo además que "voy a empezar el rumor de que Justin Gatlin le pagó al camarógrafo".

El aludido aceptó el chiste y respondió con igual humor. "Quiero mi dinero de vuelta. El hombre no completó el trabajo", dijo el norteamericano, que al igual que en la final de 100 metros, ayer volvió a quedar segundo en los 200.

Y es que Bolt cruzó la meta en 19,55 segundos, nueva mejor marca del año, superando a Gatlin, quien lo hizo en 19,74.

"Estoy feliz, les dije que lo haría. No me preocupaba la marca, yo sabía que no estaba en forma para hacer un nuevo récord del mundo, pero cuando llega el 200 soy otra persona", dijo eufórico el atleta. J

Con su triunfo en los 100 y 200m Bolt sumó diez oros y dos platas mundialistas más seis oros olímpicos. Es, además, dueño del récord mundial en ambas especialidades. Para agrandar su leyenda, la historia le tiene un lugar reservado en Río 2016.