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En una cosa de horas, Federico Langone, relator argentino de 26 años, se hizo famoso. Se lo confiesa él mismo a la estrella desde el estudio de Radio Punto en Buenos Aires. Y dice, con un tono que reboza arrepentimiento, que no está orgulloso. Al contrario, Langone, el hombre más odiado por los barrabravas chilenos, siente vergüenza.
Todo comenzó el sábado con el relato de Langone durante la final de Copa América entre Chile y Argentina. En 120 minutos de fútbol más lo que toma patear siete penales, Lagone regaló una cantidad indeterminada de insultos a la Roja, sus jugadores y a Chile entero. Dijo, por ejemplo, que Arturo Vidal era "uno de los máximos exponentes de los traidores". Que a la Presidenta Bachelet "le queda grande el calificativo de mujer". Y que deseaba que Chile "siga perdiendo tierra" por desastres naturales.
El domingo por la noche el audio fue subido a Internet y así, en minutos, se masificó. Langone se convirtió oficialmente en enemigo público de Chile. Y tras una horda de insultos virtuales, pide disculpas.
Obviamente. Cuando me volví a escuchar me di cuenta de la sarta de barbaridades que dije, por un grupito que nos picaron por las Malvinas. Un grupito de pelotudos y en eso me convertí yo, en un pelotudo.
No, para nada. Yo soy muy nacionalista, muy patriota. Y el dolor, más allá de que no lo viví, de las Malvinas a uno le hace ruido. Y ver un grupito que lo refriega en la cara me genera bronca.
No, a eso iba por la sarta de estupideces. Es inadmisible lo que dije. Por eso subí un audio pidiendo disculpas e hice hincapié en esa parte, lo de los desastres naturales. Eso no se le desea a ningún ser humano.
Langone, que escribió mensajes en Twitter pidiendo disculpas, denuncia que ha sido víctima de amenazas. "Me dicen 'si venís para acá lo vas a pasar mal', 'tenemos tu cara', 'te tenemos identificado'", dice el relator.
No, miedo no. Aparte estoy reconociendo mi error, pidiendo las disculpas. No pido que me las acepten. No me escondo. Pero lo hago porque sé que me equivoqué. J