Un chorero es el encargado de mantener como una alfombra el pasto del flamante estadio
cecilia.bastias@estrellaconce.cl
No ha tenido descanso. Literalmente ha trabajado de sol a sol durante las últimas semanas y no ha sabido lo que es un día libre, ya que Haldo Prosser es pieza clave en los partidos de la Copa América que se han llevado a cabo en el nuevo estadio Ester Roa Rebolledo de Concepción. Y no sólo eso, sino que también de los entrenamientos de las selecciones en el estadio CAP y los Campos Deportivos Enap.
El trabajo de este empresario chorero consiste en el mantenimiento de las canchas de concentración y del flamante coliseo de avenida Collao.
Junto a seis personas, este hombre se ha encargado de tener al cien por ciento el césped de estos campos de juego, equipo en el que se declara como uno más. "Una de las cosas que me ha dado resultado es que soy un trabajador más, estoy encima de la cancha, me apasiona el verde. Ando con las máquinas, agarro la pala, no soy un jefe de oficina", asegura.
Con la supervisión de la empresa consultora de la Copa América en todo lo relacionado con el pasto, que es Green-Chile, Haldo Prosser ha ejecutado lo que tiene que ver con el mantenimiento. "Esto me tiene feliz. Se han logrado todos los objetivos, esta empresa que conoce muy bien todo lo relacionado con canchas de fútbol ha encontrado pequeños detalles, pero en general dice que están en buenas condiciones las canchas. Green-Chile construyó la cancha del Ester Roa y se aprende mucho con gente especializada, para mí ha sido una experiencia muy enriquecedora la Copa América", comenta.
Prosser tuvo sus inicios en el mundo del fútbol, ya que fue arquero en Naval de Talcahuano y también pasó por Linares. "Por eso mismo tengo una empatía especial con los jugadores, porque uno estuvo en la otra vereda y uno sabe en qué condiciones les gusta la cancha de fútbol. Sobre todo las zonas del arco, como fui arquero, ya sé que les gusta el arco sano, lo más parejo posible", afirma.
El Pasto
Haldo Prosser, junto al equipo de su empresa, llevan meses trabajando en la preparación de las distintas canchas y su labor finalizará luego del partido de hoy entre Perú y Paraguay, donde se define el tercer lugar de la Copa América.
La labor de estos incluye el mantenimiento de las tres canchas, en donde destaca la de Collao por la tecnología aplicada en ésta. "En la de entrenamiento el trabajo básico es una pasada de rodillo, después un cepillado y el corte cuando corresponda", detalla.
"En el Ester Roa tenemos el trabajo de paso de rodillo motorizado, un trabajo de reparación de desgarros que se producen dentro de la cancha. Además, un cepillado previo a cada partido y se termina con un corte antes del partido", comenta.
Tal como explica, en las canchas de entrenamiento sus bases son vegetales. "Sobre tierra se sembró y se ha mantenido durante el tiempo", señala.
Pero en el caso del Ester Roa Rebolledo, es totalmente distinto. "Se usó prácticamente la última generación en canchas de fútbol. Está montada sobre una base de un 95 por ciento de arena y un cinco por ciento de tierra vegetal. El sistema de construcción se llama napa colgante, es decir, está sembrado en arena directamente", sostuvo.
"Es muy difícil mantener una cancha de este tipo, pero tiene la propiedad de que no falle por lluvia. Tendrían que haber más de 50 milímetros de precipitación en un día y el Ester Roa aguantaría sin ningún problema", dice el experto, agregando que el agua hace que la arena se apriete aún más por lo que la lluvia no sería inconveniente.
"Nuestro trabajo empieza dos días antes del partido y el corte, que es antes del partido. Está todo estandarizado, desde el dibujo del terreno de juego, la altura de corte", señala.
"La altura para el pasto son dos centímetros. Además, para el dibujo, las máquinas traen unos rodillos incorporados. Si yo paso de poniente a oriente dejo todos los pastos botaditos hacia un lado y lo mismo pasa si voy en sentido contrario. Si estás de un lado de la cancha ves una huincha más oscura que la otra y en el otro lado ves lo contrario", revela Haldo, respecto del efecto de las franjas verde claro y oscuro a lo ancho del rectángulo de juego.
"Eso sirve a los jueces de línea, les ayuda mucho, pero no está pensado en eso. Es un dibujo estandarizado, para todas las canchas así. Son variables los anchos de las huinchas. Pero mirando del arco al centro. Primero hay tres huinchas de cinco metros cincuenta. Después con cinco huinchas de cinco metros treinta y siete. Las últimas dos, llegando a la mitad de la cancha son de cuatro metros cincuenta y siete punto cinco. Todo muy bien organizado", subraya Prosser.
"En algún momento tuvimos miedo que se perdiera la resistencia de capa vegetal en el Ester Roa, ya que Brasil desobedeció las órdenes de entrenamiento. Solamente tenían que hacer un reconocimiento de cancha, pero hicieron un entrenamiento en el que justamente practicaron penales y nos dañaron el arco, todavía quedó peligroso. Si hubiera una definición a penales en ese arco esperamos que aguante", comenta.
"En ese caso se hicieron los informes a la Conmebol y se multó a la selección brasileña. Lo que pasa es que el pasto es muy nuevo, no tiene más de 5 meses de instalado, es un bebé que va por muy buen camino y que está en muy buenas condiciones, pese a eso", dice. J