l Mario Saavedra Ponss
Un extraño hallazgo en la playa de Lenga dejó preocupados a los turistas y vecinos que caminaron ayer por sus oscuras arenas: cientos de aves yacían muertas en la costa, desde el comienzo del camino hasta las cocinerías. Nadie entendía qué estaba pasando.
Verónica Ortega fue a visitar Lenga ayer por la tarde, después de almuerzo. Ella y su familia fueron parte de las decenas de personas que alertaron a Carabineros del hallazgo.
"Apenas nos acercamos al mar para tomarnos una foto, vimos los pájaros muertos. Pensamos que eran unos pocos, pero al ir avanzando nos dimos cuenta de que estaban por todos lados", sostuvo la joven. "No tenían ninguna herida, salvo los que se estaban comiendo otras aves. Tampoco estaban enredados, así que no sabemos qué les pasó", añadió.
Efectivamente, al recorrer la costa se podía ver aves muertas en todas las direcciones. Algunas seguían apareciendo en la medida en que el oleaje las empujaba hacia la arena. Por ello, los vecinos y turistas de la caleta comenzaron a acercarse a Carabineros de la Cuarta Comisaría de Hualpén, que realizaba patrullajes en la costanera.
Según informó la policía uniformada que estaba en el lugar, a través de gestiones telefónicas se anunció del hallazgo a todas las entidades pertinentes, incluyendo a Sernapesca, a la Armada y también a la municipalidad hualpenina.
investigan
Por su parte, personal de Capitanía de Puerto que recorrió la playa de Lenga tras los llamados, coincidió, junto a los recolectores de luga con los que conversó La Estrella, en dos posibles nombres de la especie hallada. Esta correspondería, según indicaron, a ejemplares de cormorán negro o también fardelas. Estas últimas, son bien populares en las costas de la Provincia de Arauco e Isla Mocha, de acuerdo al relato de los pescadores que, aseguran, se alimentan de sardinas.
Durante la tarde, un equipo de la Armada tomó fotografías en el lugar y también recogió testimonios de testigos. Un vehículo y personal del municipio se hizo presente para ver la problemática sanitaria que se pudiera presentar. Durante el atardecer se esperaba que miembros de Sernapesca concurrieran a la playa para investigar y determinar qué es lo que había ocurrido con las aves. J
l A los visitantes de Caleta Lenga también les llamó la atención dos pelícanos heridos en las escaleras, entre la costanera y la playa. Una de las aves permaneció en el lugar casi sin moverse durante todo el día. Por otro lado, la costa comenzó a llenarse también de aves carroñeras por la tarde, que llegaron a alimentarse de los ejemplares que habían aparecido a lo largo de toda la playa de Lenga.