Libro de memorias recoge la historia de los 131 años del Liceo de Niñas de Concepción
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El Liceo de Niñas de Concepción conmemora sus 131 años este 10 de mayo y, como antesala de su celebración, efectuó el lunes el lanzamiento de un libro que recoge el legado del emblemático establecimiento femenino bajo el nombre de "Liceo de Niñas: Patrimonio, memoria e historia".
El trabajo fue realizado por la profesora de historia y geografía María Isabel Pacheco, quien ha enseñado a generaciones de estudiantes desde hace 34 años.
La docente aseguró que la idea del libro siempre estuvo, pero que fue después del terremoto y tras el trabajo que realizaba la Universidad Católica sobre los liceos fiscales, más la llegada de la actual directora, Verónica Contreras, que se dio el vamos al proyecto, con la ayuda también del rector de la Universidad Santo Tomás, Roger Sepúlveda, quien gestionó la donación de la edición de esta importante obra.
"Hoy estamos enfrentando una reforma educacional que busca fortalecer la educación pública y, siendo nuestro liceo un emblema, con este libro de historia nosotros queremos regalar a nuestra ciudad el patrimonio de lo que significa un liceo público que da prestigio", explicó la directora Verónica Contreras, la número 25 desde la fundación del recinto educacional y quien asumió su cargo un 3 de diciembre de 2012.
HISTORIA
El emblemático establecimiento penquista fue el primero en su tipo en el sur del país y abrió sus puertas en 1884. Pese a su larga trayectoria, nunca se había escrito sobre él.
"Partí a Santiago y, entre clases e investigaciones, logré encontrar el decreto que Domingo Santa María (presidente de Chile en el periodo 1881-1886) firmó en 1883 autorizando la creación del Liceo de Niñas de Concepción. Está en Archivos Nacionales y está ahora incorporado en el libro", explicó su autora, María Isabel Pacheco.
Fueron las familias penquistas más connotadas de la época, en su mayoría masones, las que se unieron para darle forma a un proyecto educacional alejado de la doctrina católica, enfocándose en la formación integral de las jóvenes.
Su función social es innegable desde sus inicios. "En 1906 para el terremoto en Valparaíso, el liceo, su profesorado y alumnas, convirtieron este lugar en taller para hacerle ropa a los damnificados que llegaban de Valparaíso", repasó María Isabel Pacheco.
"En 1928 se hizo cargo de la Cruz Roja Juvenil que se formó acá en la zona en este liceo. Las niñas se encargaban de atender los hospitales de niños, los asilos de ancianos y a los veteranos indigentes de la guerra de 1879", añadió la historiadora.
También hubo dos intentos de integrar a hombres que no dieron resultados: uno en sus inicios y otro en el periodo del presidente Salvador Allende.
ILUSTRES
Sus actuales dependencias, ubicadas entre calles Rengo y Cochrane, en el centro de Concepción, fueron inauguradas en 1930 y han soportado tres grandes terremotos: el de 1939, 1960 y el de 2010. En sus aulas se forjaron asimismo las mentes de grandes e ilustres mujeres que han contribuido hasta hoy al desarrollo de la región y el país.
Por ejemplo, en sus salas de clases estuvieron sentadas atentas al pizarrón la primera alcaldesa de Concepción, Ester Roa Rebolledo, la gran pianista Laurencia Contreras y la ministra de la Corte Suprema, Rosa Egmen. También pasaron por sus aulas la Premio Regional de Arte y Cultura, Elba Brisolia Herrera, unas de las fundadoras del Teatro Universidad de Concepción (TUC), y la poetisa Dolores Pincheira.
Recientemente fue destacada una de sus hijas ilustres, la Premio Nacional de Ciencias Naturales 2014, Ligia Gallardo, quien según el texto expresó que "fue en parte mi profesora de química en el Liceo de Niñas en Concepción, quien me motivó a abrazar esta disciplina en la década del 60".
Nueva generación
Las nuevas alumnas del Liceo de Niñas de Concepción reconocen la importancia de estudiar en un establecimiento de gran trayectoria y que contribuyó a que el género femenino ocupara un lugar en la sociedad, dejando atrás los estandartes machistas de principios del siglo XX.
Las estudiantes coinciden en que lo valores que han adquirido son de gran relevancia: entre ellos el respeto y la tolerancia.
"Al ser mujeres, antiguamente era mal visto que se pudiera estudiar. Para mí, hoy es un privilegio tener la posibilidad de representar a mi género en todos los ámbitos. Tener como modelos a ex alumnas que han llegado a ser grandes doctoras, directoras de universidades y juezas, nos incentiva a seguir estudiando con gran fuerza", explicó Fernanda Zúñiga, alumna de 4° I, quien pretende entrar a estudiar Odontología en la Universidad de Concepción.
Por su parte Loreto Ramos, quien desea ingresar a Medicina en la misma casa de estudios, subrayó que "han salido miles y miles de generaciones y varias de ellas exitosas en el ámbito nacional. Antes había poca inclusión en el ámbito laboral. Aquí estamos rodeadas de mujeres que van con el objetivo de ser las mejores profesionales", añadió con mucho orgullo la estudiante. J