l Juan Fariña López
Es uno de los fundadores de Deportes Concepción y fue presidente de la comisión de fútbol del club, donde las hizo todas contratando a los primeros ídolos de la afición. Esa fue parte de la gestión de Juan Ortigoza, quien vistió de lila al delantero chileno más letal de la historia: Osvaldo "Pata Bendita" Castro, con 373 goles en 592 partidos.
"Después que salimos campeones en 1967, traje a José Salerno como gerente por recomendación de mi primo Alfonso Orueta, que estaba ligado a O'Higgins. A los 20 días de su llegada me dijo: 'Juan ¿Por qué no compramos al Pata Bendita?' Yo me reí y le contesté: '¿Con qué plata?'. La Calera pedía como 60 millones de pesos o 60 mil escudos, no recuerdo bien pero era muy caro. 'Nosotros lo podemos arreglar, traemos como 25 mil personas al estadio. Tirémosle dos cheques voladores a La Calera', me dijo Salerno y así lo hicimos. Fuimos en mi auto a Calera, nos reunimos con la familia Chahuán, aceptaron la propuesta y en el viaje de regreso inscribimos al Pata en el Conce", recordó el ex dirigente.
Ortigoza le dio el palo al gato fichando al artillero oriundo de Copiapó, que marcó 65 anotaciones entre 1969 y 1971, logrando ser el segundo romperredes histórico del club por detrás de Víctor Estay, con 81 dianas. Además, antes de emigrar al fútbol mexicano, Castro jugando por el Conce consiguió ser el goleador de Primera División en 1970 con 36 pepas y también fue nombrado el mejor deportista del fútbol profesional ese mismo año.
"Fue una gran contratación. Era tan bueno que cuando el Pata Bendita se alistaba a patear un tiro libre, todo el público en las galerías se ponía de pie a esperar el gol", apuntó.
Otro crack que arribó a los lilas bajo su gestión, además del legendario Haroldo Peña, fue el seleccionado argentino y ex Inter de Milán, Marcelo Pagani.
"Un empresario paraguayo me lo ofreció cuando él ya no quería seguir jugando, porque venía del fútbol italiano donde había recibido muchas patadas. Lo intentamos de todas formas, conversamos con él y aceptó nuestra oferta. Después hizo una demostración con la prensa en El Morro y nos deslumbró a todos con sus habilidades con la pelota", manifestó.
"Él nos llenaba el estadio con muchas mujeres, porque tenía buena pinta, era todo un caballero y un gran jugador. Estuvo con nosotros sólo en 1968, después se lo llevó el Audax donde se retiró antes de llegar a los 30 años. Estaba cansado de las concentraciones y siempre se preocupó de sus negocios en Argentina. Acá en Concepción dejó huella e incluso un equipo amateur tiene su nombre y visten los colores de Rosario Central, club donde se formó", recordó Ortigoza, que todavía mantiene amistad con el delantero trasandino. J
l Juan Ortigoza se reencontró con los ex campeones de 1967 como Gustavo Viveros, Félix Farfán, Jorge Arce, Miguel Peña y Mickey Torres, en la presentación del libro "León hay uno solo", del periodista de La Estrella de Concepción Manuel Muñoz. En la actividad, el ex dirigente recordó varias anécdotas de los planteles lilas que iniciaron el camino del Conce en el fútbol nacional.