El salto de Juventud Kennedy: de un origen humilde a un presente esplendoroso
l Carlos Paz Durán
No lo podían creer, pero era verdad: habían atrapado la máxima categoría de la Copa de Campeones 2015, la honor, y con ello el pasaje al Nacional Zona Sur que en enero se disputará en sede aún por definir.
El técnico Manuel Vargas se tiró al piso y se puso a llorar, y el gerente técnico Andrés Castillo tardó unos segundos en volver a la realidad.
Tras un proceso que la dupla inició en la primera década de este siglo, Juventud Kennedy, uno de los 21 clubes que integran la competitiva Asociación de Fútbol Amateur Concepción, por fin entraba en el olimpo del balompié de barrio regional, uno que ya rozaba producto de sus cuatro títulos de Recopa (2004, 2006, 2007 y 2009), a los que suma la Copa Ciudad de Concepción y el actual tricampeonato en el Torneo Oficial de su liga.
El sueño de llegar a ser un equipo grande se había iniciado muchos años antes, con cero glamour y hasta con otros nombres.
"El nacimiento de la institución está fechado el 25 de octubre de 1966. En febrero de ese año, a quienes vivíamos en los pabellones que existían en calle Manuel Rodríguez, entre Paicaví y Arturo Prat, nos trasladaron a la Población John Kennedy", recordó Manuel Hernández, vicepresidente del club.
El dirigente agregó que "de un barrio pobre y marginal partimos a uno con 124 casas nuevas, todas donadas por la Alianza para el Progreso, programa de ayuda económica, política y social impulsado por el presidente norteamericano John Kennedy para los países de América Latina (y que se extendió entre 1961 y 1970)".
"Pero el primer nombre de nuestra entidad no fue el actual sino Ruperto del Valle, que duró seis meses y hacía mención a un agricultor de la zona", expresó Manuel Lillo, presidente del JK.
"Tampoco fue el segundo, pues en 1967 el equipo pasó a denominarse Alfonso Urrejola, quien fue regidor de la municipalidad de Concepción, intendente de la provincia de Concepción y diputado", precisó Hernández, quien adicionó que "recién en 1972 elegimos el nombre actual en agradecimiento a quien nos dio casa. Ese año queríamos ingresar a Andaba, y allí no se permitía ninguna alusión a políticos chilenos. Eso gatilló el cambio".
Tras la última modificación de identidad, debieron pasar 31 años para que la tienda auriazul comenzara a florecer en la liga penquista.
"Yo y don Manuel nos hicimos cargo de la serie de honor el 2003, clasificando de inmediato a la Recopa que se jugó en el verano del 2004, y que ganamos. Ahí comenzó a cambiar la historia competitiva del Kennedy", señaló Castillo.
"Fuimos quemando etapas, paso a paso, tanto así que varios de los jugadores que teníamos en la tercera infantil del 2003, hoy integran la serie de honor. Patricio Aedo, Hernán Pérez, Iván Vásquez y Kevin Acevedo son algunos", señaló, para luego adicionar que "el sector en que se encuentra el club tiene la magia de sacar buenos jugadores, varios de los cuales han llegado al nivel profesional, como Juan Carlos Madrid, Gabriel Vargas y Andrés y Eduardo Vilches, quien incluso integra el equipo".
"Mis inicios están aquí, y si no me sale algo en el fútbol profesional no me voy a ir", dijo "Lalo" Vilches.
"Acá se vive una pasión distinta. Yo que vengo de Valparaíso lo pude sentir en cuanto me uní al grupo (2008). El cariño por la camiseta es enorme. La gente se entrega por entero a la institución", manifestó Nibaldo Hernández, profesor de Educación Física que es el capitán de la escuadra, y quien añadió que "en mi región jugaba por Estudiantes de Quilpué en la agrupación del mismo nombre, pero poca gente nos iba a ver a la cancha. En el JK pasa lo opuesto".
Con quince años en la serie de honor, Juan Muñoz es el único de los jugadores campeones de la Recopa 2004 que sigue en el plantel.
"El Kennedy es un sentimiento que uno conoce de pequeño. Aquí hay mucha garra, una identificación tremenda con los colores", afirmó.
"Una muestra de eso fue la gran cantidad de niños que, en compañía de sus padres, nos fue a ver a la final. ¿Cuándo se había visto eso en una Copa de Campeones?", preguntó Nibaldo Hernández.
De esa final, jugada el domingo 29 de marzo ante Independiente (Asociación Caupolicán) en el Estadio Baquedano de Penco, el responsable técnico de la oncena comentó que "se debió definir a penales (tras empate 0-0) porque ambos equipos éramos parejos. El de la Copa de Campeones era el título que nos faltaba. Ahora que los tenemos estoy tranquilo".
La tranquilidad, sin embargo, durará poco, pues Castillo ya fijó los próximos objetivos.
"Este año vamos a ir por el tetracampeonato de liga, y luego buscaremos hacer historia en el Campeonato Nacional Sur", dijo.
La fórmula será la misma que ha utilizado en los últimos años.
"Traeremos tres refuerzos, jugadores de calidad que se acoplarán a la base de elementos formados en casa, y que al menos debe ser del 50 por ciento ", concluyó. J
Nombre del club
es un homenaje
al programa de
ayuda
norteamericano
que construyó la
Población John
Kennedy.