l Juan Fariña López
Conformes y contentas quedaron las chiquillas del grupo de nado sincronizado de Conce, ya que la hicieron casi toda en el nacional de la disciplina que se realizó en la piscina olímpica del Estadio Nacional este fin de semana.
Bárbara Leniz, junto a Soledad Garrido, Camila Navarrete, Marcela Medina, Pía Sumonte, Rocío Larraín y Francisca Ramírez, obtuvieron el segundo lugar del certamen en la prueba grupal, pese a lidiar con la dificultad de no contar con el entrenamiento y el nivel de competencia de sus rivales.
"El fuerte del grupo es el ballet acuático, que es una variante del nado sincronizado. Para nosotras es un tema más recreativo que competitivo, además los movimientos son diferentes y tendemos a ser más lentas que las rivales para realizar ciertas figuras en el agua. Se nota que nuestra preparaciones es distinta y por eso nos enorgullece obtener estos resultados", explicó Bárbara, quien es una de las líderes del grupo al ser la mayor y de las más experimentadas.
Con videos de youtube y conocimientos personales, las jóvenes se prepararon para poder hacerle collera a las capitalinas, que cuentan con entrenadoras especializadas y más horas a la semana bajo el agua.
"Ninguna del grupo sabe mucho de nado sincronizado, todo lo hemos ido aprendiendo basándonos en el ballet acuático. No hacemos este deporte por competir sino por entretención. Nosotras entrenamos una vez a la semana en el Ymca y la chicas metidas a full en el cuento de Santiago lo hacen 4 ó 5 veces", apuntó Bárbara.
La presentación con la que se lucieron y pudieron asegurar el segundo puesto es su caballito de batalla, que han perfeccionado con más de un año de práctica a su propio ritmo. "La rutina de grupo que realizamos es fue inventada por unas chicas del Estadio Italiano, que nos la enseñaron durante una clínica. De todas maneras, en las otras pruebas (dueto y solos) competimos con las creaciones y los puntajes también fueron buenos", indicó la capitana del equipo.
Para este año, lo primero que quieren las representantes sureñas del nado sincronizado, es tomarse un merecido descanso y luego planificar las que serán su próximas presentaciones a nivel local. J
l A los 28 años, Bárbara Leniz quiere dar un paso al costado en el equipo de nado y ayudar a sus compañeras que estén interesadas en seguir practicando de manera más profesional. La idea de la joven es seguir ligada a la actividad por mucho tiempo más.