Pescadores que encontraron la ballena: "Creímos que era un extraterrestre y arrancamos"
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Lo que debería haber sido una tranquila noche para dos pescadores de San Pedro de la Paz, se transformó, de un segundo a otro, en una verdadera película de terror. Esto debido al miedo que experimentaron esa jornada, producto de un gran cuerpo oscuro que fue botado bruscamente por el mar.
En ese momento, los trabajadores pensaron lo peor. Es que todo ocurrió tan rápido, que no tuvieron tiempo de analizar con calma la situación. "No sabíamos lo que era. Uno nunca sabe lo que pueden tirar las olas para afuera, así que nos dio harto miedo", sostuvo Pedro, pescador y vecino del sector Michaihue.
Fue tanta su desesperación que ambos atinaron a correr y a correr, alejándose lo que más pudieran de aquel enorme ser desconocido. "Nos dio tanto miedo, que incluso creímos que eran los extraterrestres o una clase de platillo volador. Mmmm... La cosa es que la vimos muy fea esa noche", expresó el otro pescador protagonista de esta historia.
Según relataron los hombres, corriendo llegaron hasta las cercanías de un popular condominio del sector San Pedro del Mar, donde tuvieron un poco más de iluminación. "Desde ahí miramos lo que había salido del agua. La observamos harto rato, pero no se movía nada. Así que nos entró el bichito de ir a buscar nuestras cosas", comentaron.
Igual aquella decisión no fue nada de fácil. Obviamente, no querían arriesgar su vida, pero tampoco querían peder sus implementos de trabajo y quedar con la duda de qué era lo que los atemorizó tanto. Por eso, tras un par de minutos, respiraron profundo, tomaron aire y sigilosamente se acercaron un par de metros. "Recién ahí nos dimos cuenta que se trataba de una ballena y que al parecer estaba muerta", señalaron los pescadores.
Calma
En el momento en que despejaron sus dudas, el alma les volvió al cuerpo a ambos. Seguro que sí, ya que ahora sabían a que especie se enfrentaban. "Nos acercamos aún más y comprobamos que estaba muerta. No supimos qué hacer, porque eran como la una de la madrugada y no había nadie más en la playa", expresaron.
Frente a la experiencia vivida, los trabajadores decidieron volver a sus casas. No era ideal regresar a las labores de pesca, después de lo ocurrido. "Nos fuimos pensando en qué podíamos hacer a esa hora, pero no estaba en nuestras manos", dijo el pescador.
Una grata sorpresa fue para ambos encontrarse con los funcionarios del Servicio Nacional de Pesca y Agricultura, (Sernapesca) cuando volvieron a la playa horas más tarde. Se sacaron un gran peso de encima. "Ellos ya tenían todo solucionado el tema. Nos dijeron que desde el martes pasado le estaban haciendo un seguimiento a la ballena y captaron su varazón", puntualizaron.
La preocupación de estos pescadores sampedrinos no fue menor y se entiende en cierto sentido, ya que expresaron vibrar con cada uno de las especies del mar. "Cuando llegaron las ballenas el año pasado acá, también fui el primero que las vio. Ellas estaban vivas eso sí. Eran bonitas. Por eso nos dio un poco de pena que ésta estuviera muerta", comentó Pedro.
Expertos
Víctor Flores, pescador de Boca Sur, sostuvo que "primera vez que vemos un ejemplar de esta especie muerta en la playa. Soy nacido y criado en el mar, y en todos mis años de trabajo, he visto millones de ballenas, las que incluso, he fotografiado. No es una experiencia ajena al mar de San Pedro", agregó.
Dados sus conocimientos del mar, este grupo de trabajadores tenía la intuición de que una especie marina de gran proporciones andaba rondando por sus costas, debido a la poca pesca que habían tenido días antes.
"Independiente de que la corriente estuvo brava todos estos días, sabíamos que algo andaba por acá, porque hemos pescado harto poco y eso nos pasó años anteriores cuando anduvieron manadas", puntualizó Flores.
Una de las grandes interrogantes que surgió de la jornada fue la causa de muerte de esta ballena. Muchas fueron las teorías, sin embargo, no se pudo argumentar ninguna. "Primero que todo, hay que aclarar que se trató de un ejemplar juvenil de Jorobada. Varó inicialmente en las costas de la Región del Maule, posteriormente volvió al agua y varó en otras dos zonas más. Vino actuando de sur a norte", señaló Rodrigo Valencia, director (s) de Sernapesca Bío Bío. "Los más probable es que este juvenil se haya extraviado de su manada, ya que en este época se encuentran haciendo migraciones", añadió la autoridad.
La respuesta entregada por el organismo competente, no acabó con las dudas que tuvieron algunos vecinos frente a su muerte. "Para mí que algo le hicieron a la pobrecita. Las embarcaciones grandes que andan pescando con puntas y arrastres son los que están terminando con las especies marinas", señaló Raquel Sandoval.
En este sentido, Rodrigo Valencia aclaró que la ballena no presentaba ninguna lesión visible, dejando un poco más tranquilos a los residentes. "No puedo asegurar que fue una muerte natural o causada por terceros, aunque no tiene daños aparentes. Por eso pensamos que se debió a una enfermedad o a un extravío. Generalmente, estos ejemplares juveniles se pierden de la manada, después se desorientan y varan", explicó.
Preocupación
Al respecto, el director subrogante de Sernapesca expresó que todo lo que se realizó se encuentra en la legalidad. "En una situación así, existen dos opciones. La primera es poder arrastrar estos ejemplares mar adentro y perforarlos para que se hundan. Eso es lo ideal. En este caso no fue factible, porque la costa de esta zona no permite que una embarcación se acerque. Por eso, la segunda alternativa que se tiene es enterrarlos. Esto es lo que se decidió aquí. A cierta profundidad para evitar todo tipo de problemas sanitarios", agregó el funcionario público.
Otra de las personas que no quedó muy conforme con dicha medida es el profesor de Oceonagrafía de la Universidad de Concepción, Víctor Gallardo. El docente llegó poco después que se iniciara el entierro de la ballena, por lo que no pudo tomar alguna muestra para conocer el linaje de la especie. "Quería mandar la muestra a Luis Pastene, que es un gran especialista en cetáceos y que trabaja en Japón (...) Él es uno de los grandes especialistas en el mundo en esta área y hubiera sido muy bueno que realizara un análisis de esta especie", lamentó.
"En todos los años que tengo de Biología Marina, nunca había sabido que una ballena juvenil varara por acá. He visto cachalotes y otros tipos de ballenas, pero nunca una juvenil (...) Quizás en unos años más, se pueda recuperar el esqueleto y llevarlos a un museo", explicó esperanzado el reconocido docente penquista. J