l Mario Saavedra Ponss
Un grupo de turistas que había planificado un paseo a la Desembocadura del río Bío Bío, terminó encontrando un cadáver entre los roqueríos junto al mar. Asustados, pero también intrigados por lo que vieron, los jóvenes se acercaron lo más posible al lugar para confirmar lo que observaron desde lejos. Luego se fueron deprisa a dar aviso a la Policía de Investigaciones.
Deteriorado
Un equipo de la Brigada de Homicidios de la PDI de Concepción se trasladó hasta la costa y trabajó en el lugar del hallazgo. Allí se confirmó que se trataba del cuerpo de una persona. Entre los restos destaca el esqueleto de un torso en avanzado deterioro así como también huesos que corresponderían a las extremidades de la víctima.
Entre los roqueríos, el sol, la brisa marina y la fauna del lugar pudieron haber acelerado el proceso de descomposición del cuerpo. Por ello, los detectives están a la espera de exámenes científicos para confirmar lo que investigaron durante su visita al sitio del suceso.
Data de muerte
Según informó el jefe de la Brigada de Homicidios, subprefecto José Carmona, "de acuerdo al trabajo realizado en el lugar, podríamos establecer que el cuerpo tiene una data de muerte que se encuentra entre los seis meses a un año. También podemos afirmar que corresponde al cuerpo de una persona adulta".
De acuerdo a los datos que agregó el jefe de la BH, "estos restos humanos se encuentran incompletos y fueron encontrados por unos jóvenes que paseaban por el sector. En el lugar del hallazgo se fijó el lugar y se levantó la evidencia correspondiente. Ahora estamos a la espera de los exámenes que se realizarán en el Servicio Médico Legal de Concepción, para poder continuar con la labor de reconocimiento".
ADN
Tras los análisis forenses, se podría tener una data de muerte aún más exacta. Con esos antecedentes, la Policía de Investigaciones podrá tener un margen más pequeño con el cual comenzar a buscar en los registros de presuntas desgracias. El objetivo es determinar de quién se trata y la causa de muerte que lo llevó a terminar en unos alejados roqueríos de la Desembocadura. Las comparaciones de ADN serán claves para conocer la identidad de la persona encontrada por los turistas. J
l Durante la época estival el número de personas que visita la Desembocadura del Bío Bío aumenta considerablemente. Según contó Javier Avendaño, pescador con mosca, "yo vengo siempre para acá y en invierno la gente no se va a meter a los roqueríos, porque es más peligroso. Por estos días, suben a los cerros o a Rocoto. Hay que caminar harto".