l La inesperada muerte de un conocido dirigente cañetino del transporte público, Alfonso Valenzuela, causó conmoción entre sus amigos, colegas y familiares. El hombre de 49 años integró una delegación que se reunió con el ministro de Transportes, pero todo cambió cuando un fulminante infarto le quitó la vida en el Terminal de Buses de Santiago.
'Había viajado con otros colegas a una reunión con el ministro, pero el destino quiso que volviera en un ataúd. Es una pena tremenda porque él salió bien, lo único extraño es que el viernes sintió un dolor en el pecho y la garganta', relató entre sollozos su esposa, Eva Aguayo. 'Gracias a las gestiones de las autoridades se pudo hacer la autopsia, ya que en el médico legal están de paro y no era prioridad', agregó la mujer.
Según los datos obtenidos por la familia, Alfonso Valenzuela Chávez estuvo más de 40 minutos sin recibir atención médica. 'Nos dijeron que el terminal no tiene equipos médicos para brindar reanimación en caso de paros cardíacos y por eso la misma gente intentó auxiliarlo, pero fue en vano', contó.
Valenzuela deja a su esposa y dos hijos, de 29 y 22 años de edad. 'Nuestro hijo mayor está en el extranjero y apenas supo viajó (...) con esto del paro llegó justo para traer a su padre a Cañete (sus restos llegaban a eso de las 11 de la noche de ayer)', precisó la acongojada esposa.
Por su parte, los colegas del transporte sólo tuvieron palabras de elogios para este dirigente fallecido. 'Estaba en Santiago tratando de conseguir subsidios para el transporte intercomunal de pasajeros, cuestión que nos servirá a transportistas y usuarios, sin embargo, tuvo esta mala jugada de vida (...) desde el año 89 que se dedicaba a este rubro. Partió como auxiliar y en la actualidad tenía dos máquinas. Era una buena persona', recordó Wilson Sepúlveda, dirigente cañetino de una de las líneas de micros. J