l Uno que sufrió más que todos en el CAP fue sin duda el goleador Lucas Simón, quien por la lesión en su rodilla se vio obligado a ver el partido desde fuera de la cancha, siendo extrañado por los nueve mil hinchas anoche en el recinto porteño.
Simón no quiso verlo por la tele, sino que agarró sus muletas y partió al estadio para estar con sus compañeros, darles ánimo y ser uno más a la hora de alentar en esta dura misión de sacar el partido adelante ante Sao Paulo.
'Estos partidos son especiales, veo a mis compañeros tranquilos, son partidos que se viven a concho', dijo el artillero antes del pitazo inicial, a quien de seguro le hacían cosquillas los pies por saltar a la cancha, y quien a la pasada comentó que la recuperación va bien encaminada.
Tras saludar a sus compañeros en el camarín, se fue a sentar al sector norte de la tribuna, donde sufrió, gritó los goles de Vilches y Sagal, pero terminó lamentando la caída, pese a destacar el esfuerzo puesto por todos. J