Regalones de la semana
Esta linda gatita se llama Leonor Romita, tiene 9 meses y su mayor afición es dormir todo el día en su querida fresita.
Esta linda gatita se llama Leonor Romita, tiene 9 meses y su mayor afición es dormir todo el día en su querida fresita.
Seguimos en el mes de los gatos, así que es justo escribir de este tema. Es más, todo este mes debiese estar dedicado a ellos y a los amantes de los ronroneadores por excelencia. Porque muchas personas creen que los gatos no son una mascota muy entretenida, o cariñosa o leal, pero quienes tenemos un gato de mascota, sabemos que esos mitos no pueden estar más equivocados. Estos pequeños felinos te dan una tremenda compañía y son extremadamente amorosos.
Dicho esto, para quienes ya tengan un gatito y quieran acompañarse por un nuevo integrante felino, deberán tomar ciertas medidas, para que la llegada sea lo más natural y libre de problemas posibles. Lo primero, claro está, será llevar a la nueva mascota al veterinario para un chequeo de salud: algunos gatos son portadores de leucemia e inmunodeficiencia felina -que son contagiosas. Además se deberá desparasitarlo para que no contagie a los gatos de la casa a la que llega. Una vez que arribe al nuevo hogar, hay que llevar al flamante gato a una habitación separada, con su comida, agua, caja de arena y juguetes, de manera que empiece a conocerse con los demás a través de los olores y sonidos, pero separados por una puerta cerrada. Esto le dará confianza al nuevo integrante y a su vez, tiempo para que los otros empiecen a adaptarse. En esta etapa no hay que despreocuparse del gatito que se encuentra en la habitación, es fundamental todo el cariño y atención que se le pueda dar. A su vez, comienza la presentación que debe hacerse lentamente. Hay quienes lo hacen a través de la jaula de transporte. Ahí comienzan a verse y olerse. Puede poner 'golosinas' cerca de la caja de transporte para que vean esta llegada como algo positivo. Después de estos 4 o 5 días se puede realizar el encuentro con el nuevo gato en brazos. Hay que ponerse en un lugar cómodo, que permita que él o los otros gatos se acerquen, sin soltar al nuevo de sus brazos. Después de un rato, el gatito debe volver a su habitación. Usted creerá que esto es una exageración, pero los gatos son muy territoriales y necesitan su tiempo para adaptarse en la casa. No queremos que la llegada de un integrante sea motivo de conflicto.
Diez días después de la llegada a la casa comienza la prueba de fuego: los encuentros sin mediar jaula ni brazos. Si bien estarán solos, deberán ser vigilados. Los felinos podrán estudiarse, olerse, mirarse. Es normal que alguno bufe o trate de pelear en un comienzo, pero deberemos separarlos inmediatamente, al igual que si empiezan a refregarse. En ese caso, nos llevaremos al gatito y comenzaremos más tarde de cero con la presentación.
Suena como harto trabajo, pero si la adaptación se hace correctamente, sólo puede esperar armonía y amistad entre su antiguo gato, el nuevo y su nueva familia felina. Además de haber crecido en número, crecerá en cantidad de alegría y amor. ¡Bienvenido al nuevo integrante!