Niños y choreros vivieron a su modo los 21 cañonazos

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Agustín Orellana (4) se levantó temprano en el feriado de ayer. Se arregló y se puso el traje que tenía preparado con anticipación. A las diez de la mañana ya estaba a un costado de la subida del Pescador, en Talcahuano, esperando el desfile de las Glorias Navales. Al mismo tiempo, los choreros aguardaban desde sus casas o picadas en el cerro Cornou, deseosos de ver el paso de las tropas.