l Violeta Bustos

Cuando encontraron a Tati, entre medio de unas cañerías en el cerro La Cruz de Valparaíso, estaba prácticamente negra, chamuscada, con los bigotes deshechos. Apareció al segundo día del incendio, cuando su dueña, Ana María Bustamante (45), buscaba por todos lados a sus cuatro mascotas. "Los tres perritos estaban totalmente calcinados, pero mi gatita blanca se salvó", recuerda una de las damnificadas por las llamas. Horas más tarde, vio junto a su hija un aviso en redes sociales: una veterinaria ofrecía curaciones a las mascotas afectadas de forma gratuita.

Tati, que ya va a cumplir un año, fue una de las primeras pacientes que recibió la doctora de animales, Paola Carmona (26). Con las horas, otras 70 mascotas llegaron a sus manos y con los días, los perros, gatos y animales exóticos se multiplicaron en su consulta. "La Tati tenía todas sus patitas quemadas, todavía no se puede mover y está estresada", explica la especialista a 20 días de haber comenzado la maratón para rescatar a los animales quemados en los cerros. Ya ha salvado a más de 700.

Si bien la primera semana fue la más demandante, aún siguen llegando mascotas a la consulta de Paola, ubicada a unas cuadras del Congreso. La imagen más dramática que recuerda la veterinaria es la de decenas de animales con la piel abierta y aunque algunas heridas han cicatrizado, la especialista explica que el proceso es lento, que puede tardar más de un mes y que incluso, hay algunas mascotas que todavía no se pueden parar o no pueden hacer sus necesidades.

Pese a lo terrible de la situación, Paola asegura que siempre existe gente inescrupulosa. "Algunos han llegado con sus animales fingiendo que son víctimas de la tragedia para obtener una consulta gratis, pero se nota cuando es mentira", dice riendo la doctora.

Por estos días, está junto a otros dos colegas atendiendo. Pero antes de eso, en las horas más críticas, confiesa que se sintió agradecida, porque varios colegas de Santiago, animalistas y dueños de mascotas fueron a ayudarla. "Juntaba insumos que me llegaban, ellos los guardaban en su mochila y partían a los cerros a buscar animales", cuenta Paola.

Tras ofrecer sus servicios en redes sociales, su cuenta de Facebook se plagó de solicitudes de amistad. Llegó a los cinco mil amigos y tuvo que armar una página especial para contactarse con gente que necesitaba curar a sus mascotas.

Esta no es la primera vez que la veterinaria ofrece su ayuda de forma gratuita. En el incendio que afectó a los cerros de Rodelillo y Placeres en 2013, Paola también llevó su conocimiento a los albergues para ayudar a los más indefensos, pero en ese entonces su campaña solidaria no tuvo tanta llegada como en esta ocasión.

"Al principio llegaban cientos de animales sin dueño, pero ahora llegan los amos preocupados no solamente por el daño que causó el fuego", explica Paola, en días que las quemaduras van quedando atrás y los animales comienzan a tener cada vez un poco más de ánimo. Pero aún hay mascotas que no pueden dormir o que si sienten un ruido se asustan. Es el caso de la gatita Tati, que apenas oye un sonido fuerte comienza a ponerse nerviosa y a maullar de forma desesperada. Junto a tres gatitos, Tati está hospitalizada hasta que esté mejor. J

l Además de perros y gatos, a Paola le ha tocado recibir hamsters y erizos con estrés. "A muchas de las mascotas he tenido que derivarlas a clínicas o a hogares temporales en espera de un dueño", contó la doctora, quien decidió fijarse un plazo para atender consultas gratis: "Hasta que no llegue una sola mascota quemada".