Inmueble se volvió un foco de delincuencia y un riesgo por trozos de estructura que caen.
l Francisco Reyes Alarcón
Una situación bastante preocupante están viviendo los vecinos de la Remodelación Paicaví, quienes ven con mucha impotencia cómo un edificio ubicado en la intersección de Los Carrera con Ongolmo, el cual quedó seriamente dañado tras el 27-F, se deterioró de tal forma que en los últimos días ha sufrido varios desprendimientos que pone en peligro a los transeúntes que circulan por el céntrico sector.
"Ese edificio se está desmoronando de a poco, o sea, como estructura no, pero de la parte del techo están cayendo las tablas que más o menos de largo tienen dos metros, y resulta que están cayendo para el lado que pasa la vía peatonal. Entonces yo no quiero que llegue el momento en que le caiga a alguien en la cabeza", expresó la presidenta de la Junta de Vecinos Nº 16, Alicia Villa.
Y ese es sólo el problema más urgente, ya que luego de cuatro años de abandono, explicaron, el lugar se convirtió en un "foco negro" que atrae a vagabundos, drogadictos e incluso travestis, quienes se han tomado el perímetro, añadió la dirigenta.
Para dejar constancia de esta problemática, los vecinos afirmaron que han solicitado la ayuda de diversas autoridades locales, pero nadie se ha acercado a darles una solución, explicando que esto se debe, básicamente, a que no pueden determinar quién es el propietario del sitio, quien por ley debe mantener la estructura y velar por la seguridad de área. "Nos pelotearon para uno y otro lado y nunca nos dieron respuesta. Escribimos al intendente, al gobernador, el seremi de Bienes Nacionales, a contraloría y nadie nos dio una respuesta", declaró Alicia Villa.
"Nosotros tuvimos que cercar ahí y en el sector donde vienen a tomar la luz, y que uno no puede cerrar, vienen a tomar y hace poco se robaron los medidores del gas", comentó uno de los habitantes.
Ante las consultas de La Estrella, desde el Serviu indicaron que la propiedad del edificio había sido traspasada a los mismos residentes, lo que fue desmentido por los vecinos, quienes señalan que para vivir en el lugar mes a mes les descuentan un porcentaje de su sueldo por concepto de arriendo. Desde Bienes Nacionales, a su vez, descartaron que los departamentos sean propiedad fiscal, por lo que la incógnita sigue sin resolverse.
"Es lamentable que nadie se haya preocupado. En los portales se consume drogas y los vagabundos se instalan a dormir. Menos mal que a la fecha nos hemos salvado de los okupa", declaró otra residente.
Asimismo, los dirigentes tienen en su poder una copia de un presupuesto elaborado por el gobierno regional en marzo de 2012 para arreglar el cuestionado edificio, pero a la fecha no existe un proyecto concreto para mejorar las obras. "Cuando hay mucho viento cualquier cosa cae, es un peligro constante", señaló el delegado Juan Sánchez. J
l Aparte del deplorable estado de la techumbre, los residentes deben convivir con una de las postales que ya se pensaba erradicadas a cuatro años del 27-F: las grietas y fisuras tanto en cielo como en paredes. A pesar de que estructuralmente no cuenta con daños que ameriten su demolición, las condiciones en que se encuentran las murallas generan gran inseguridad en cualquier persona que ingresa al edificio.