Ayer dijeron adiós a las escuelas flotantes de seis armadas latinoamericanas que arribaron al puerto de Talcahuano, donde recibieron la visita de más de 20 mil personas.
l Cecilia Bastías Jerez
Después de haber visto las naves que arribaron a Talcahuano en el marco del evento Velas Latinoamérica 2014, y que según cifras de la institución contó con asistencia de más de 20 mil personas, muchos quieren que sus hijos pertenezcan a la Armada de Chile. Ese fue al menos el sentimiento que primó entre quienes asistieron ayer a la despedida de los buques escuelas "Libertad" de Argentina; "Cisne Blanco" de Brasil; "Guayas" de Ecuador; "Gloria" de Colombia; "Simón Bolívar" de Venezuela y la "Esmeralda" de Chile, que dijeron adiós luciéndose con un desfile por la bahía de Concepción.
Carlos Arellano comentó que no pudo entrar a los buques por su horario de trabajo, pero sí estuvo presente en el zarpe. "Creo que esto es bueno destacarlo, porque así la familia se une en torno de venir a ver algo de cultura. Da gusto que estas cosas estén cercanas a la gente", indicó.
Arellano llegó con sus hijas de 14 y 9 años. "Ellas son de Talcahuano y también tienen que criarse en contacto con el mar. Con estas actividades también uno las puede ir guiando para que más adelante puedan decidir si quieren ingresar a la Armada", dijo.
Algo parecido fue lo que le inspiró a Jacqueline Fernández, también de Talcahuano, a decir que le gustó mucha esta actividad, a la que llegó con sus dos hijas, de 17 y de 3 años. "Así se entusiasman los niños de embarcarse así como lo hacen los jóvenes que van en la Esmeralda. Me gustaría que mis hijas en algún momento decidieran unirse a la Armada, es un sentimiento bien de los choreros de estar en el mar", indicó.
Aunque no alcanzó a subir a los buques, "encontré muy lindo todo, pudimos ver la pura Esmeralda cómo se iba", manifestó.
El anhelo de estos dos padres ya fue cumplido en el caso de Eliana Araneda, de Bulnes, pues ella es madre de uno de los hombres de mar que van a bordo de la Esmeralda. "Tengo un hijo aquí, va en maniobras, él estudió en la Escuela de Grumetes y es segunda vez que se va embarcado en la Esmeralda", afirmó.
Por eso para esta mujer tiene un valor especial esta despedida de las Velas Latinomérica, porque tuvo la oportunidad de tener unos días a su hijo en la casa. "Anoche lo vinimos a dejar porque estuvo unos días de vacaciones. Ahora a esperar que les vaya bien y que Dios los acompañe", indicó. J