Campeón con el Huachi el 2012 cuenta su nueva experiencia en terremotos.
l Manuel Muñoz González
Muchos le dicen medio en broma a Manuel Villalobos que se juegue un loto o que se compre un kino. Una forma sutil de ponerse en el lado del jugador y lamentar la mala suerte del campeón con la camiseta de Huachipato en 2012, pues en sólo cuatro años al delantero se le movió dos veces el piso: primero el 2010 con el terremoto en Talcahuano y el martes con el 8,2 en Iquique.
"Son cosas que pasan" dijo a La Estrella el goleador, hoy en Deportes Iquique, y que el 2010 había llegado recién a Huachipato, donde se topó con el 8,8 del 27/F.
"Habíamos terminado de tomar una oncecita con la familia y ocurrió esto, menos mal que me pilló con toda la familia ahí. Fue muy similar al terremoto del 27/F, en todo, el ruido, la duración", relató Villalobos desde Iquique la mañana de ayer, mientras buscaba algún lugar para comprar algo de agua, y algunos víveres para abastecer a los suyos.
Y es que tal como ocurrió en Talcahuano, el pánico se apoderó de Iquique la noche del martes, y tanto él como su familia debieron evacuar de una a la parte más alta de la ciudad para resguardarse ante la alerta de tsunami.
"En el momento mucho hubo pánico. Pudimos evacuar a una zona de seguridad que está a un par de cuadras donde vivo, ahí ya pudimos estar más tranquilos y luego volver a la casa horas después", repasó el ex acerero, quien volvió a vivir las imágenes de hacía cuatro años en Talcahuano.
"Fue lo mismo, gente asustada, al otro día personas haciendo cola para todo, para el agua, la bencina, buscando algún negocio. Hay mucho movimiento, gente que quiere conseguir agua, pero está todo cerrado y los pocos negocios que están abiertos se llenan. Es un momento difícil, pero tranquilo", contó ayer el ariete iquiqueño, agradeciendo a Dios el haber estado junto a los suyos, a su esposa Andrea Bustos y a sus dos pequeños, Bryan y Benjamín.
Pese a esta mala coincidencia para "Villagol", lo vivido cuatro años atrás en Talcahuano le sirvió para actuar de buena forma, mantener la calma y poner paños fríos, pese al tenso momento.
"Menos mal que ahora tenía un poco más de experiencia, pude evacuar rápido y tomar mejores decisiones que las que había tomado en Talcahuano", reveló el delantero, añadiendo que entre los suyos están todos bien, y que salvo un par de vasos, tazas y algunos adornos quebrados por efectos del fuerte movimiento, su vivienda no sufrió daños de consideración, a diferencia de lo vivido con el 8,8 del 27/F, donde su familia sufrió algunas heridas menores al momento de tratar de abandonar la vivienda en el sector de las Lomas de San Sebastián, y donde tuvo que acampar a un costado de su casa por los daños en el inmueble.
Una experiencia que de seguro el goleador no olvidará, y de la cual tiene conciencia desde chico, pues sus padres siempre fueron precavidos ante la eventualidad de cualquier desastre. "Recuerdo que desde muy chico, mis papás me acostaban con ropa, porque me decían que podía pasar algo. Y mira, después de muchos años esto me pilla, primero en Concepción, y ahora acá", expresó Manuel Villalobos, uno de los artífices del último título de Huachipato en el fútbol chileno en aquel recordado Torneo de Clausura de 2012, ya con más tranquilidad y tratando de volver a la normalidad, pues para él "son cosas que pasan, gracias a dios pude estar con la familia", selló. J