Quienes acuden al conocido lugar de encuentro del centro penquista se exponen a conocidos peligros. Frente a ello, la PDI entregó una serie de recomendaciones.
l Mario Saavedra Ponss
Los tranquilos y solitarios peldaños del Cerro Caracol, son uno de los bastiones del romanticismo a los que cientos de penquistas acuden cada día. Sin embargo, su lejanía y falta de vigilancia, trae consigo una serie de peligros, que los pololos y estudiantes que transitan por el lugar, saben a conciencia.
Karina, quien conversó con La Estrella bajo el compromiso de no dar su identidad completa, relató que "a la hora de colación me escapo para acá con un amigo del trabajo. Varias veces hemos visto a tipos que suben solos y se detienen a mirar desde lejos. Nosotros pensamos que disfrutan viendo a las parejas y nos dan harta mala espina".
Su amigo contó que ésa es una principal desventaja de ir al parque. "Por eso nos juntamos abajo, cerca de las ciclovías, para que ella no ande sola", contó él muchacho.
Por otro lado, grupos de escolares que van a fumar y a echar la talla al parque aseguraron que también han detectado a tipos solitarios y que rondan por el sector tomando fotos con sus teléfonos celulares. Indicaron que le sacan el rollo, principalmente a las chiquillas y hacen como que conversan mientras ocupan el zoom a todo lo que les da.
El jefe de la Brigada de Delitos Sexuales y Menores de la PDI, José Riquelme, indicó que frente a este tipo de situaciones, lo más importante es "comunicar inmediatamente a los padres o a algún adulto responsable, como también a su profesor, para que en el más breve plazo se efectúe la denuncia correspondiente. Igualmente es recomendable que las personas, sobre todo los menores, no circulen solos y menos por lugares apartados, poco iluminados o de poco tránsito peatonal. J
l Según explicó el jefe de la Brisexme, "este tipo de acción, como el hecho ocurrido en el metro de Santiago, donde un sujeto mayor filmaba las partes íntimas de una escolar, en forma general no constituye delito según nuestra legislación, pero si una falta, como ofensas al pudor y a las buenas costumbres".