Liz Mayer es una bella argentina, que además de modelo, es su polola hace un par de meses.
l Karen Loreto Retamal
Detrás de un hombre, siempre hay una gran mujer, dice el dicho. Y así se cumple a cabalidad con el modelo oriundo de Coelemu y aspirante a Míster Chile, Gustavo Flores, quien aparte de ser la envidia de los hombres por su tonificada figura, también lo es por su guapa polola.
Se trata de la bonaerense Liz Mayer, quien se ha transformado en su apoyo incondicional en su carrera por el título masculino, en el cual va puntero y fijo para el Míster Internacional.
"Lo acompaño en todo, trato de estar al lado de él. Ahora se tiene que preparar muy bien, lo que es la dieta, el deporte. Cuando los hombres hacen dieta, se ponen terribles, porque el humor es como el de las mujeres en sus 'días'. Hay que ver bien qué se le dice. Una tiene que estar al pendiente, tener paciencia", dijo.
"No, porque yo en Buenos Aires siempre desfilé, hice eventos y cosas similares. Así que no tengo celos… él me da seguridad, aparte es su trabajo. Imagínate que sea insegura, no lo apoyara y lo celara, no sería un apoyo, sino que una molestia".
"Yo creo que le irá muy bien. Él dice: 'Yo voy a ganar'. Todas las cosas que se propone, las cumple".
Hace ocho meses que Liz Mayer llegó a Chile como modelo. Iba a estar solamente un mes, pero la flechó el coelemano, así que, por ahora no piensa en regresas a tierras trasandinas.
"En el gimnasio. Yo recién había llegado a Chile. Venía por un mes de trabajo, porque me hicieron contacto en Buenos Aires. Lo estuve mirando un mes y no me aguanté más y le hablé. Como decimos las argentinas, fui yo la que lo encaré, porque él es muy serio, de tímido no tiene nada. En el gimnasio él iba a entrenar, en su rutina no le hace caso a nadie. Todo el rato serio, con cara de intimidante, no sabía si acercarme o no, porque no sabía su reacción. Por eso espere un mes".
Después de 30 días haciéndole cambio de luces, Liz, gracias a su personal trainner, tuvo su primer acercamiento con el modelo y postulante a Míster Chile. "Él me lo presentó, porque era su amigo. Fue él el intermediario. Así que intercambiamos WhatsApp y Facebook y, al final, el mes que iba a pasar, terminé quedándome", contó la rubia, de tiernos 20 años, quien ya lleva seis meses de pololeo con el codiciado chiquillo.
"Mi país está pasando por una situación económica muy mala, así que me hicieron una propuesta para venir a trabajar acá durante un mes para probar. Dependiendo cómo me fuera, veía si me quedaba o me volvía. Probé y, realmente, hoy me conviene mucho. Prefiero quedarme acá, me gusta Chile, tiene muchas cosas buenas. Es seguro y tengo pololo chileno. Ahora, estoy trabajando en eventos, me salieron contactos, Gustavo me ayuda, porque tiene muchos contactos".
"Si se da la opción de llegar a la televisión, bien. Pero hay que ver qué pasa con el trabajo, pero el perfil bajo como siempre. Por ahora me gustaría quedarme acá y estudiar algo el próximo año". J