Rabia y dolor tras muerte de trabajador sampedrino
Su familia y sus amigos lo recordaron con gran cariño. Hoy lo despiden.
l Edson Rebolledo Sáez
Héctor Rivera Reyes de 47 años, le había prometido a su pequeña hija de ocho años que el día sábado, tras su trabajo de media jornada, irían juntos a comprar sus útiles escolares. Una promesa que por desgracia, no pudo cumplir. Como era su costumbre, el hombre tomó su bicicleta, la misma con la que todos los días viajaba desde su hogar en San Pedro de la Costa hasta su trabajo en el molino Santa Clara en Concepción, pero cuando ya estaba a poca distancia de llegar a su casa, fue arrollado por un taxibús del recorrido Coronel Lota en las cercanías del cruce de Michaihue.
Según información proporcionada por Carabineros de Sexta Comisará de San Pedro de La Paz, el traumatismo encéfalocraneano y las lesiones en el área del tórax, abdómen y costillas, hicieron que fuera derivado de urgencia, con diagnóstico grave hasta el Hospital Regional. La magnitud de sus lesiones lamentablemente le provocaron la muerte a última hora del domingo, dejando tras de sí una huella imborrable de dolor entre su familia y vecinos, que aún no pueden creer las circunstancias en que se generó la desgracia que los azota.
Ayer, todos los habitantes del Pasaje 4 de la calle Tucapel esperaba al "Zanahoria" o "El Flaco", como lo llamaban sus más cercanos, pues su velorio se efectuaría en el hogar que el mismo adquirió con años de esfuerzo. Héctor Rivera, era padre de dos hijos, era fanático del fútbol y un querido vecino de San Pedro de la Costa, aunque era oriundo de Boca Sur, donde tenía muchos amigos y conocidos.
"El todos los días usaba la misma ruta, para ir y venir de su trabajo. El sábado era sólo media jornada, por eso se venía temprano. Cuando lo atropellaron, su hija menor lo estaba llamando para que se apurara, porque tenían que ir a comprar los útiles, pero la señora que lo asistió tras el accidente contestó el celular y le dijo a la niña que su papá había sido atropellado. Fue terrible como se enteró. Vamos a poner una demanda contra la línea de buses, nos hemos asesorado para realizar los pasos a seguir, pero ahora sólo estamos pendientes en vivir el dolor de la pérdida. Era muy buen hermano y papá", dijo Elia Rivera, hermana de la víctima.
"Era muy buena onda, respetuoso con sus hermanas, buen padre y muy trabajador. Le encantaba el fútbol y tenía a su hijo de 12 años en la escuela de Iván Zamorano, estaba chocho con eso", agregó su cuñado, Juan Vinet. J