Desde ese país anuncian que jugarán como invitados de honor en el torneo que se jugará en Chile. Es un equipo sin grandes resultados, pero que puede ser una sorpresa.
l Roka Valbuena
La globalización china ha llegado hasta el fútbol sudamericano: informa el "China Daily", el periódico más cosmopolita de ese país, que su selección se hará presente en la Copa América que se jugará en Chile el 2015. Los chinos habrían aceptado la invitación que en esta oportunidad rechazó Japón.
La selección ostenta el lugar 88 en el ranking de la FIFA y recibe el intimidante apodo de "los dragones". Evidentemente no son dragones, ni una potencia mundial. Uno de sus mayores logros sucedió hace más de cien años: en 1913 llegó a la final de los Juegos del Lejano Oriente. Eso sí, en el ámbito oriental, ha sido dos veces subcampeón de la Copa Asiática. Hoy la situación es distinta: el gobierno chino está empecinado en potenciar el fútbol de la nación. Y, se sabe, cuando el gobierno chino exige algo, casi siempre lo obtiene.
José Luis Villanueva jugó el 2010 en el club Tianjin Teda de China. Jugó quince partidos y metió ocho goles. Los chinos, según se supo, lo adoraron por dos razones: su desplante ofensivo y un parecido lejanísimo con Davis Beckham. Con tres mechas rubias Villanueva produjo contados chillidos. A la hora de analizar el fútbol de los chinos, Villanueva destaca el poder de sus delanteros. Veloces y empeñosos, dice. Meten la pierna y son disciplinados.
¿El gran defecto? Curiosamente, en un país en el que se originó el Kung Fú, el mayor defecto de los futbolistas chinos es la debilidad de su mente. Villanueva dice que si les meten un gol, los chinos se desmoronan. No saben remontar un marcador adverso.
Otro chileno que jugó en China fue Luis Musrri. Jugó el 2011 en el Yunnan Hongta FC y, al parecer, en ese país realizó su mejor jugada estilística: en China, Musrri llegó a ser flaco. Adelgazó, dicen, por comer únicamente verduras y, además, porque los chinos militarizaron su alimentación. De hecho, Musrri alguna vez deslizó que los militares chinos se enojaban mucho si sus respectivos equipos perdían. Y solían hacer una visita al plantel para empapelarlos a consejos. J
l Alguna vez se tentó a España para que participara en una Copa América. Hoy el invitado es China y muchos especulan que es más para afianzar lazos económicos que futbolísticos. Como sea, es el invitado y hay que tratarlo con respeto. Se está renovando, tiene a Alain Perrin como DT y nunca se sabe en qué momento un dragón puede despertar.