Ella es seleccionada en los 800 metros y él en 5 y 10 kilómetros.
l Francisco Reyes Alarcón
Todo un cuento de hadas han vivido los destacados corredores Javiera Faletto y Víctor Aravena desde hace nueve años, cuando se conocieron en el Federico Schwager de Coronel con sólo 13 y 15 años, respectivamente. "Desde ahí nunca más nos despegamos", dijo ella.
Luego de un tiempo y tras varios acercamientos por el tema del atletismo, comenzaron una relación amorosa que hoy los tiene como una de las parejas más consolidadas del deporte local y actualmente figurando como los tortolitos de la delegación chilena para los juegos Odesur, a disputarse desde el 11 marzo en Santiago.
"Igual es importante porque Víctor a mí siempre me está dando consejos y todo, él es un apoyo fundamental", comentó Javiera, que se clasificó al Suramericano gracias a la marca de 2.13 minutos en los 800 metros que hizo durante el Nacional de Fondo y Medio Fondo de Valdivia hace once días.
"Me siento muy contenta pero con los pies en la tierra, ya que sé que el nivel fuera de Chile es buenísimo, por lo que no hay tiempo que perder. Estoy entrenando a full, dejando de lado todo: vacaciones, amigos, carretes. Mis días son entrenar, comer, dormir. Por fortuna mis mejores amigos y pololo son parte de este mundo", agregó.
"Ahí vamos a estar mirando como en todas las competencia que va, pero ahora es mucho más importante, así que ahí voy a estar con dolor de estómago, nervioso esperando que corra, esperando que pueda tener una buena actuación para ella como persona, primeramente, y luego para el país", indicó a su vez Víctor, reconocido multicampeón en las pruebas de largo aliento.
Hace menos de seis meses que estos "pololos de elite" se fueron juntos a la capital, por lo que esta cita internacional les viene de perilla para demostrar sus capacidades mientras ponen a prueba su amor viviendo bajo el mismo techo. "Sí, ahí nos dividimos las tareas. Yo soy el cocinero, yo soy el chef que he vivido más tiempo solo, más experiencia en la cocina así que me toca cocinar y ella... el aseo, lavar, planchar", bromeó él entre risas.
"No, si como buenos deportistas tenemos harta energía, entonces, para hacer el aseo estamos los dos, además no es un departamento grande, así que en diez minutos tenemos todo listo ya", añadió. J
l Aunque tienen apenas 22 y 24 años, la buena experiencia que han tenido compartiendo sus vidas también los ha llevado a proyectarse más allá en el tiempo, aunque más por el lado de él, que dijo estar preparado para llevar a Javiera al altar. "Lo hemos hablamos pero igual nos tomamos un poco con calma las cosas. Javiera tiene que terminar su carrera en la que lleva dos años, pero yo encantado. Yo me casaría ahora mismo, pero no se puede, tiene que sacar su carrera. Yo termino de entrenar y me caso altiro, pero hay que esperarla un poco, en eso estoy ahora, se va acercando cada día más la meta, la veo más cerca cada día que pasa", confesó Víctor medio en serio, medio en broma.