Hernán Silva, el artesano que lleva 50 años diciendo presente en la Feria del Arte Popular
Tradicional cita internacional del verano penquista cumplió su 50ª versión en el Parque Ecuador, donde se mezclan antigüedad e innovación.
l Cecilia Bastías Jerez
Su aniversario número 50 cumplió la Feria Internacional de Arte Popular que se realiza tradicionalmente en el Parque Ecuador de Concepción. Y ayer fue inaugurada su 50ª versión por el alcalde Álvaro Ortiz, quien también anunció que, debido a la antigüedad de este evento y la relevancia en el mundo de los artesanos, en conjunto con el concejo municipal se decidió bautizar el evento como Alcalde Guillermo Aste, quien fuera edil de Concepción e impulsor de esta actividad imperdible durante el verano penquista.
Con mucho entusiasmo, momentos antes de la ceremonia de inauguración, los artesanos prepararon los últimos detalles de sus respectivos stands que son 135 en total, para engalanar el medio siglo de la popular Feria del Arte.
Y entre los artistas presentes no podía faltar Hernán Silva (en la foto principal). Con 91 años, este antiguo artesano, uno de los pioneros en el evento penquista, vuelve con sus tradicionales trabajos de tallado en madera y cuescos de durazno. Proveniente de San Joaquín, en la Región Metropolitana, don Hernán estuvo en la primera versión de la Feria del Arte Popular, y en ella ha permanecido por estos 50 años.
Hoy lo acompaña su hija, Liliana Silva, quien comenta pese a sus 91 años y que hace un tiempo se fracturó la cadera, lo que le impide trabajar de pie como acostumbraba, aún hace ciertas artesanías completamente solo y que hay otras en las que le ayuda uno de sus hijos.
"Yo vine aquí desde que empezó la feria, hace 50 años", dice Hernán Silva, quien destaca entre sus creaciones aquella figura que muestra el Abrazo de Maipú, y la del carretón de bueyes fabricado enteramente con cuescos de durazno. Sus artesanías, asegura, tienen mucho que ver con rescatar el espíritu campesino.
Orgulloso de su trabajo, don Hernán recalca que a lo largo de sus 55 años como artesano ha recorrido varios países llevando sus exposiciones y representando al país. Aunque, como comenta su hija, él ha dicho en varias ocasiones que este sería el último año en que asistirá, porque ya está cansado. "Pero eso es lo que él dice, el tiempo dirá qué lo que pasará de verdad", afirma Liliana.
Con bastantes años de diferencia, pero también catalogado como uno de los expositores con más tiempo dentro de la Feria Internacional de Arte Popular, Raúl Muñoz, de Chimbarongo, cumplió 24 años participando de este evento, al que llegó en 1990 con su artesanía en mimbre.
Raúl comentó que constantemente está participando de otras ferias de artesanía en el país, pero que considera que la de Concepción es la más grande de todas y la que también le da los mejores resultados en ventas. "Con venir a esta feria, yo tengo para pagar los materiales y trabajar durante todo el año", destacó.
Con cariño, este artesano, recuerda la evolución en la organización de esta muestra de artesanía. "Yo empecé a venir cuando eran techitos de totora y los módulos eran de madera y estábamos por la cascada para arriba", sonríe.
Para este artista del mimbre, la organización de la feria en Concepción es la mejor en la cual ha estado. "Sin desmerecer a otras, pero aquí hay buenas instalaciones", indicó.
No habían inaugurado la feria, y ya había un stand que atraía las miradas de todo el mundo. Esto porque entre sus artesanías estaba nada más y nada menos que el famoso robot de la película "Terminator", una réplica elaborada por Sergio Bustos, artesano y reciclador de Chiguayante. "El pecho son bandejas de auto que un amigo me regaló. Cuando las vi pensé: aquí está el pecho de mi robot. De ahí partí", comentó.
El objetivo de llevarlo a esta exposición es, en principio, que la gente se acerque al stand, pero también Sergio está dispuesto a venderlo en un precio conversable, que parte de los 4 millones de pesos, aunque le cuesta pensar en la idea de dejar ir esta creación. "Es como mi hijo, entonces igual es difícil desligarse de este tipo de obras", explica.
Hace 10 años que comenzó con estas artesanías, asegurando que en su lugar de trabajo, una arenera, había muchos fierros sin utilizar y que un día, con una soldadora, intentó hacer un tanque, el cual le resultó bastante bien. "Poco a poco fui descubriendo un nicho en lo que yo hago, porque no tengo mucha competencia", afirmó Bustos y agregó que hace 8 años que está participando de esta muestra internacional de artesanías en el Parque Ecuador.
Speciose Mukantabana, es la representante de Kenia en la Feria Internacional, ella hace tres años que participa de esta muestra con sus artesanías en madera de palo de rosa y ébano. Con una español bastante avanzado, Speciose sostuvo que fue contactada por representantes de la embajada chilena en Kenia para participar de este evento. En primera instancia invitaron a su padre, que se encontraba trabajando en su taller, pero como es una empresa familiar, finalmente fue ella la encargada de representarlos en el país. "Cuando recién vine hace tres años, yo no hablaba nada del idioma, pero luego comencé a aprender por internet y con chilenos en mi país para poder vender", comentó.
Desde Arica llegó también, Bernardo Rackwitz, con su artesanía con elementos marinos y una masa preparada especialmente por él, en base a polvo de conchas molidas. "Yo estoy profundamente agradecido porque yo a Concepción le debo toda mi popularidad", indicó, explicando que desde hace 15 años que viene a esta feria. Gracias a ella recibió mucho reconocimiento y le ayudó a sacar adelante su negocio. "Concepción me dio el pasaporte al éxito, fue clave para mi arte porque me hizo popular en muchos lugares", subrayó emocionado este hombre, que desde sus inicios gustó del arte, pues antes de ser artesano se dedicó a la compra y venta de antigüedades, y en medio de uno de sus viajes descubrió esta técnica.
"Un año vendí 17 millones de pesos, en mi stand la gente se amontonaba para comprar", relata orgulloso Bernardo, quien señala además que este negocio ya lo ha ido traspasando a sus hijos y que, por ejemplo, el año pasado fueron ellos los encargados de representar este negocio familiar. J