Vecinos organizados: la clave contra los robos en vacaciones
Una buena comunicación y confianza con los vecinos son primordiales si va a dejar la casa sola en verano.
l Francisco Reyes Alarcón
C ada verano, cuando la familia deja el hogar para disfrutar unos días de vacaciones una de las principales preocupaciones es dejar la casa bien asegurada. Sin embargo, estando sin movimiento porque todos se han ido, existe aunque sea una remota posibilidad de que pueda ser blanco de algún robo, ya que a pesar de las precauciones que se puedan tomar ningún sistema es infalible.
Con alarma, con cámaras, con grandes muros y rejas o con perros guardianes puede llegar a transformar una vivienda en una verdadera fortaleza pero, según explica Carabineros, todas esas medidas a veces no dan resultado ya que las personas al parecer han olvidado algo fundamental con el paso de los años, que es confiar un poco en sus vecinos e informar que se va a estar ausente y cuál va a ser la fecha de regreso, por ejemplo.
"Ni siquiera las personas que viven al lado saben dónde está su vecino, ese es el primer error", aclaró el mayor Juan Francisco González, de la Primera Comisaría de Concepción.
A mediados de 2012, se vivió una serie de robos en el sector Cerro La Virgen de Concepción, que por varios meses tuvo sin dormir a los residentes del lugar, los que presenciaron con mucha impotencia cómo los delincuentes burlaban una y otra vez la seguridad de sus casas.
Sobre aquel periodo, el presidente de la Comunidad Residencial Cerro La Virgen, Ricardo Godoy, recordó que hubo un momento en que "todos los días, ¡todos los días! habían visitas de los delincuentes en alguno de los hogares", lo que, a la larga, marcó a todos en el sector, donde actualmente cuentan con mayor organización entre ellos, una vigilancia reforzada y sistemas de alarmas con chicharra en caso de necesitar colaboración de los demás.
"Nos organizamos como comunidad residencial, nos suscribimos al programa Alerta Hogar también, hay comunicación directa con Carabineros, hay un computador que tiene distintos contactos, se intentó aumentar la dotación de guardias; se solicitó, vía municipalidad, mejorar las luminarias que se han mantenido durante bastante tiempo", detalló.
Un montón de medidas preventivas que, según el dirigente, han ido evitando -afortunadamente- los casos por robos.
Godoy añadió que se contactaron también con el Arzobispado, dueño de gran parte del cerro que colinda con las viviendas, para solicitar su colaboración ya que, a la fecha, existe sólo una diminuta rejilla para limitar el acceso a los extraños, hecho que ellos han calificado como la "verdadera puerta de entrada de los delincuentes". "El cerro y sus distintos recovecos dan la posibilidad de que accedan a nuestras propiedades", explicó el presidente de la comunidad.
"Ellos prometieron volver a cercar. Hablamos con el abogado que nos dijo que iban a hacer un arreglo seis metros desde el límite hacia la propiedad de ellos (vecinos inmediatos) de manera de limitar la presencia de árboles y arbustos voluminosos que puedan servir de escondite a estos delincuentes", añadió.
Uno de los tantos residentes afectados por robos en sus hogares es Eduardo Avello, a quien un día, cerca de las dos de la madrugada, un estruendo que lo alertó justo cuando acababa de conciliar el sueño: "Sentí unos ruidos, unos crujidos que era precisamente de la reja, que la estaban doblando. Era una corredera débil, no como la que tenemos ahora y yo salí y no vi a nadie porque ya estaban escondidos", relató.
Dentro de todo, explicó, las pérdidas pudieron ser mucho peores, ya que los antisociales sólo pudieron ingresar a un segundo piso que no estaba conectado con el resto de la casa, ya que se encontraban arreglando el techo, por lo que los sujetos huyeron sólo con diversas herramientas tras ver frustrado el ingreso a la propiedad.
"La alarma no se alcanzó a activar porque estaba abierto el sector donde entraron. Yo desperté porque escuché un ruido fuerte, que fue la quebrazón del vidrio (...) los sujetos pasan por el cerro, detrás del cerro hay caminos y se descuelgan", dijo el hombre, que ahora cuenta con todo un sistema de seguridad en su casa que, cuando no está, es una verdadera fortaleza: alarmas, todas las ventajas enrejadas, circuito cerrado de televisión, mejor iluminación, Alerta Hogar que se activa con mensaje de textos, magnéticos en las ventanas, baliza cuando se activa la alarma, para irse más tranquilo de vacaciones o "aunque salga dos días", según comentó.
A igual que sus vecinos, Eduardo también mejoró el tema de la comunicación. Cuando sale fuera de la ciudad de vacaciones, le entrega a un amigo o vecino de confianza las llaves de acceso para que éste ingrese regularmente a su propiedad, lo que puede resultar clave para no dar indicios de abandono.
"El tema de las cuentas, también es un indicador de que la casa está deshabitada, además del medidor de la luz. Muchas veces el delincuente observa, y también lo vimos en el sector de Lonco, el medidor cuando está muy hacia la calle: si no está andando es porque no hay nadie. Es necesario considerarlo", apuntó el mayor González.
Para complementar lo anterior, efectivos policiales acudieron al sector de Lonco, donde el 2013 se recrudecieron los casos, para dar instrucciones específicas a los vecinos de cómo enfrentar a los hampones en caso de robo o asalto.
Mediante un simulacro programado, pudieron aprender una guía práctica que les permitirá reaccionar con mayor celeridad incluso, dado el caso. Tras la iniciativa el jefe policial afirmó que la estadística de robos en lugar habitado entre 2012 y 2013 bajó un 4% en la zona lo que, lejos de generar un relajo, ratifica que los esfuerzos van en la dirección correcta. J
l Aunque las casas parecen más propensas a sufrir robos, cada vez es más común ver departamentos que son blanco de atracos. El caso más reciente se registró en pleno centro de Conce, cuando desde el segundo piso de un edificio sustrajeron instrumentos musicales avaluados en 9 millones de pesos. La afectada, integrante de la sinfónica de la UdeC, quedó devastada ya que no sólo se trató de una pérdida económica sino también sentimental.