El hombre fue impactado por una máquina del Biotrén. Familia llora.
José Andalucio Argel (60) solía transitar muy seguido por el sector Arenal de Talcahuano. El hombre tenía a algunos familiares viviendo allí y un montón de amigos que hizo a lo largo de su vida. Fueron ellos, precisamente, quienes lo reconocieron ayer, mientras permanecía tendido a un costado de la línea férrea. Minutos antes, había sufrido un trágico accidente.
Una máquina del Biotrén que se trasladaba -sin pasajeros- desde la estación Arenal hacia la del Mercado, lo impactó por causas que están siendo investigadas. La víctima atravesó en un paso no habilitado, a unos cien metros del cruce por calle Bilbao.
Hace muchos años, cuando José trabajaba como buzo mariscador en San Vicente, había sufrido un percance producto de la presión submarina. Por ello quedó con una parálisis parcial que le impedía caminar correctamente, así que siempre se acompañaba de sus muletas. Por ello, sus familiares no descartan que el fallecido hubiese perdido el equilibrio mientras dejaba pasar el tren, pues según se informó preliminarmente, el golpe se lo habría dado contra un costado de la máquina.
Oscar Mancilla Argel, su primo y vecino del sector, llegó al lugar de inmediato, alertado por amigos. Él contó que José andaba siempre por Arenal, aunque vivía en Centinela, en los Cerros. "Nuestra familia llegó hace unos cuarenta años a Talcahuano e hicimos vida aquí. José se dedicó al buceo, se casó y tuvo hijos y nietos. Pero el último tiempo se lo pasaba caminando por aquí y por allá con los pasitos cortos que lo caracterizaban, por su enfermedad".
Las hijas de José llegaron al lugar en donde lloraron su partida. Más allá de conocer las causas, que están siendo investigadas por Carabineros, esperan entregarle una última despedida como se merece. J
l Los vecinos de Arenal, especialmente del lugar en donde ocurrió el accidente, reclamaron por lo silencioso que pasan los trenes cuando siguen desde la estación del sector hacia el puerto. María Núñez indicó que "casi no pitean, porque pasan lento. Pero igual es peligroso". Por su parte, Juan Badilla, testigo del accidente, contó que "el único sonido que escuché fue el golpe del atropello".