Otra vez Robinho arruinó la noche y dejó tarea a la Roja
El que siempre le anota a Chile no falló y marcó el gol del triunfo brasileño, en un partido ingrato para la Roja.
E l triunfazo ante Inglaterra de hace algunos días en Wembley hacía pensar que esta vez la Roja por fin podría dejar atrás trece años sin poder vencer a Brasil, y volver a festejar como en aquel 3-0 del 2000 por eliminatorias.
Pero otra vez la ilusión quedó sólo en eso, en una ilusión, y el encargado de matar una vez más las aspiraciones de la Roja de Jorge Sampaoli fue uno que tiene de casero a Chile: Robinho.
El delantero del Milan llevaba apenas 26 minutos en la cancha tras haber ingresado en el segundo tiempo en lugar de Jo, y metió su pequeña testa para vencer a Claudio Bravo y volver a arruinar la noche a la escuadra nacional en el 1-2 ante los pentacampeones, sólo ocho minutos después de que Eduardo Vargas había hecho soñar a millones de chilenos con el empate transitorio en la cancha del Roger Centre de Canadá.
Anoche nada estuvo a favor de la Roja, pues desde antes de saltar a la cancha las lesiones obligaron a Sampaoli a poner una oncena con varias novedades respecto al choque ante los ingleses, y aparecieron Gonzalo Jara y "Chapita" Fuenzalida, en lugar de los lesionados Mauricio Isla y Charles Aránguiz, además del ingreso de Felipe Gutiérrez. A ello se suma la temprana lesión de Marcelo Díaz, que le quitó presencia a la Roja en la zona de mediocampo, factores que afectaron a los nacionales y obligaron al técnico a hacer cambios obligados, que al final no le dieron resultado.
Y al frente un Brasil que arremetió con todo, aprovechando cada salida en velocidad y en cada llegada metía miedo y generaba peligro sobre el arco de Bravo, principalmente en los pies de Neymar, Jo y Hulk.
Fue justamente este último quien puso el 1-0 para los cariocas, al fusilar a Bravo tras una mala salida de Marcos González, antes del cuarto de hora.
Chile no lograba acomodarse en la cancha, sin embargo se las arregló para ilusionarse con el golazo de Eduardo Vargas a los 70